Se trata de piezas óseas mineralizadas de la megafauna que habitó la región.
Luego de la bajante del curso de agua tras las inundaciones registradas en 2017, en la cuenca del río Salado, en el distrito de Junín, fueron hallados recientemente más de 200 piezas fósiles pertenecientes a animales que habitaron el suelo bonaerense hace 10 mil años.
Se trata de partes óseas mineralizadas de la megafauna que habitó esa región, como los Gliptodontes, los tigres «dientes de sable», las Macrauchenias, los perezosos gigantes como el megaterio, el Stegomastodon (elefante de las pampas), el Equus Neogeus (pariente del caballo actual) y el Toxodon, entre varios otros.
José María Marchetto, director del Museo del Legado del Salado, en Junín, comentó: «En lo que va del año hemos rescatado más de 200 piezas, entre ellas un cráneo de un caballo que habitó la zona hace 10 mil años atrás (equus neogeus); fragmentos de cráneo de un Stegomastodon o elefante de las pampas juvenil, ancestro del actual elefante africano y muy similar a él, pero con la salvedad de que tenía sus colmillos más rectos».
La bajante del Salado sacó a la superficie cientos de restos fósiles que desde los primeros días de este año empezaron a ser descubiertos en el lecho y las márgenes del curso de agua por ocasionales pescadores y bañistas que avisaron a los especialistas del museo.
«Junto con el municipio se está trabajando para ver cómo proteger el yacimiento paleontológico, la flora y la fauna del río Salado», explicó Marchetto a la agencia Télam.
En ese sentido, el docente contó que «permanentemente estamos concientizando a la gente para que nos avise sobre cualquier hallazgo y no retire el material por sus propios medios, ya que el valor científico del fósil se obtiene del terreno, viendo al mismo in situ, o sea, en el lugar donde aflora o aparece».
«Los restos suelen ser muy frágiles y pueden romperse con facilidad, y según lo que indica la ley nacional de protección del patrimonio 25743/03 se requiere de un permiso para llevar adelante esta tarea, permiso con el que nuestra institución cuenta», explicó Marchetto, por lo que pidió a quienes recorran la zona que «no bajen a la playa con motos, ya que hemos encontrado restos que están dañados por esos vehículos».
Entre los fósiles hallados, hay «restos de Toxodon, un mamífero muy similar al hipopótamo, aunque no tenía ningún parentesco con él, pesaba 1.000 kilos, era de dieta herbívora y poseía la cualidad de tener los dientes de su maxilar arqueados, razón por la cual se lo nombró como ‘Toxodon’, ya que esta palabra significa ‘diente en forma de arco'».
Otro animal localizado fue la Macrauchenia, un mamíefero que llegó a pesar una tonelada, similar a una llama gigante pero con trompa de tapir y tres cascos por pata. «De esta criatura hallamos muchos restos en Junín, cosa que no es común -agregó el especialista- salvo en algunos lugares como en nuestro yacimiento. Y también se encontró un metapodio, o sea un hueso de la ‘mano’ (metacarpo) o del pie (metatarso) de un Smilodon o tigre dientes de sable, y muchos restos de perezosos gigantes».
La mayor parte de los restos fósiles encontrados en Junín poseen «una antigüedad de entre 15 y 25 mil años de acuerdo al geólogo Marcelo Toledo, que estudia la estratigrafía del yacimiento», añadió el experto, que además evaluó que aún queda mucho material por limpiar y clasificar y consideró que «el río nos regalará nuevos tesoros paleontológicos».
«Las inundaciones en la cuenca del Salado ocasionaron que estuviéramos tres años sin sacar restos fósiles, pero la inundación removió restos que, con la actual sequía quedaron expuestos y son los que han sido hallados a veces en el agua, o en las riberas del río, con la bajante», apuntó.
El director del Museo, donde se exhiben más de 2 mil piezas fósiles, explicó que el área a proteger debería abarcar el río Salado desde la laguna de Gómez hasta la laguna del Carpincho y recordó que hace tres años se presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para declarar la zona «reserva natural de usos múltiples», iniciativa aún no se trató.
El Museo está ubicado en el colegio Normal de Junín, sobre la calle Almafuerte al 308 y suelen visitarlo contingentes escolares. «Los chicos vienen esperando ver dinosaurios, pero no había dinosaurios en Buenos Aires, sino megafauna que el público conoció por ‘La Era del Hielo’, donde se pueden ver muchos de los animales de los que encontramos restos fósiles en nuestra ciudad, como el tigre dientes de Sable, que en la película se llamaba Diego», dijo Marchetto.
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