La escasez del agua es uno de los grandes problemas mundiales de la actualidad, pero podría empeorar aún más en las próximas décadas.
Según un documento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2050 entre 4.800 y 5.700 millones de personas tendrán que enfrentar la falta de agua al menos un mes al año, frente a los 3.600 millones de hoy.
“Esto quiere decir que, al menos, una de cada cuatro personas vivirá en países donde la falta de agua dulce será crónica o recurrente”, alertó el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
En todo el mundo, alrededor de 3 de cada 10 personas (2.100 millones de personas), carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar, y 6 de cada 10 (4.500 millones), carecen de saneamiento seguro, de acuerdo al último informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.
Esto provoca enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea, la poliomielitis o la diarrea, que causa más de 50 mil muertes al año.
“La creciente crisis del agua debe contar con una atención mucho mayor del mundo. Trabajemos de manera colectiva hacia un mundo más sostenible y hacia una década del agua llena de acciones para el desarrollo sostenible”, sostuvo Guterres.
En 1993, la Asamblea General de la ONU aprobó una Resolución por la cual fue declarado el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua con el objetivo de que los estados impulsen acciones de concientización de la población acerca de la conservación y uso sostenible de este elemento vital para la vida.
“Simplemente, el agua es una cuestión de vida o muerte”, recalcó Guterres, que insistió en que hoy existen soluciones y tecnologías que permiten responder al problema, pero que a menudo no están al alcance de las comunidades que más las necesitan.
Durante la conmemoración de este año, (del Día Mundial del Agua) la ONU puso en marcha el Decenio Internacional para la Acción (2018 – 2028), bajo la premisa “Agua para el desarrollo sostenible”, con el que se buscará acelerar el progreso de las metas de la Agenda 2030, aprobada en 2015 por los Estados miembros, donde se definen 17 objetivos que buscan fortalecer una alianza global para el desarrollo sostenible relacionados con el agua.
De acuerdo a las autoridades del organismo internacional, la nueva iniciativa cuenta con tres objetivos centrales: transformar los distintos ámbitos de la gestión del agua, alinear los programas existentes con los objetivos de desarrollo de la organización y generar voluntad política para una mayor cooperación internacional.
Teniendo en cuenta que el cuerpo humano está formado en un 70% por agua, las personas necesitan consumir, al menos, dos litros diarios de agua para hidratar el cuerpo, oxigenar el cerebro, la sangre y regular el funcionamiento de los órganos y la expulsión de las sustancias nocivas presentes en el cuerpo.
“La escasez de este recurso puede llevar a desórdenes civiles, migraciones masivas y hasta conflictos”, subrayó Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, que encargó el informe.
Eso sí, los especialistas destacan que el problema del agua no siempre está asociado a la disponibilidad sino también a la calidad, ya que hay muchas fuentes hídricas que están contaminadas y no son aptas para el consumo humano.
En ese sentido, UNICEF recuerda que cada día, más de 700 niños mueren por enfermedades vinculadas al agua no potable y las malas condiciones higiénico-sanitarias.
La falta de agua y de servicios higiénicos adecuados contribuye a la muerte de uno de cada cinco niños, menores de cinco años.
Fuente: Foro Ambiental