El ex ministro José Dirceu, la mano derecha de Luiz Inácio Lula da Silva, se entregó hoy a la Policía para cumplir una pena de 30 años de prisión por corrupción, el mismo delito por el que fue condenado el ex presidente de Brasil
Dirceu, un personaje emblemático de la izquierda brasileña, se entregó a la Policía, luego de que el juez Sergio Moro, responsable por el proceso conocido como Lava Jato sobre los millonarios desvíos en la petrolera Petrobras, ordenó su arresto.
La Justicia le había dado plazo para entregarse hasta las 17 (hora local) en la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde tiene su residencia, y según confirmó su abogado, Roberto Podval, se presentó dentro del plazo.
En un principio, el dirigente de 72 años será recluido en la cárcel de Papuda, en la propia capital, donde esperará el traslado a Curitiba o el resultado de una apelación que pide que permanezca en la prisión de Brasilia.
La orden de encarcelamiento fue dictada anoche, poco después de que un tribunal de segunda instancia confirmara la condena a 30 años de prisión que Moro dictó contra Dirceu por los delitos de corrupción, lavado de dinero y asociación para delinquir, y le negara el último de los recursos posibles contra esa decisión.
Dirceu, como presidente durante varios años del Partido de los Trabajadores (PT), formación que ayudó a fundar junto con Lula, y como ministro de la Presidencia entre 2003 y 2005 y principal asesor del entonces jefe de Estado, era considerado como uno de los más influyentes políticos de Brasil.
Sin embargo, se vio obligado a renunciar arrastrado por un grave escándalo de sobornos parlamentarios que le costó una primera pena de nueve años de cárcel, que ya cumplió, y luego se involucró en las corruptelas detectadas en la estatal Petrobras, por lo que fue otra vez condenado, esta vez a 30 años de cárcel.
Según la Justicia, aún mientras cumplía su primera condena, el exministro recibió sobornos por unos 12 millones de reales (3,24 millones de dólares) de la empresa Engevix, a cambio de influir en la concesión de contratos con la petrolera.
En el nuevo proceso, el ex ministro fue condenado inicialmente por Moro a 23 años de prisión, pero la pena fue elevada a 30 años por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, la corte de segunda instancia que hoy rechazó los últimos recursos del acusado.
Lula, preso desde el 7 de abril pasado en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, también fue condenado por el escándalo de los desvíos en la petrolera a 12 años y 1 mes de prisión por haber recibido un apartamento de tres plantas de parte de OAS, otra de las constructoras implicadas en la trama.
Mientras que el ex jefe de Estado fue recluido en una celda especialmente adaptada en la sede de la Policía Federal de Curitiba, Dirceu cumplirá su condena en el complejo médico penal de la misma ciudad, en donde están otros condenados por la Lava Jato.
Dirceu, coordinador de la campaña que llevó a Lula a la Presidencia por primera vez en 2003, también fue condenado por el llamado escándalo del «mensalao», que hizo temblar al gobierno de Lula en 2005 tras revelar que el PT distribuía sobornos entre parlamentarios de otros partidos para que apoyaran las iniciativas del Ejecutivo.
El ex ministro ya había sido condenado por Moro en otro caso también vinculado a las corruptelas de Petrobras y fue detenido en agosto de 2015, pero la Corte Suprema le concedió un «habeas corpus» en mayo de 2017 que le permitió cumplir la pena en libertad condicional.