El primer ministro jordano, Hani Mulqi, se vio obligado a dimitir este lunes luego de varios días de protestas en las calles en contra de una reforma fiscal y de un alza de los precios, algo que no sucedía desde hacía años en Jordania.
Mulqi, en el cargo desde mayo de 2016, «presentó su dimisión al rey esta tarde que lo recibió en el palacio (…) y que la aceptó», indicó una fuente gubernamental que pidió el anonimato.
El rey Abdalá II pidió al ministro de Educación, Omar al Razzaz, que formara un nuevo gobierno, según la misma fuente.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) presiona a Jordania para que implemente reformas y reduzca su déficit. Ammán presentó una reforma fiscal y los últimos meses algunos precios subieron, lo que provocó una ola de protestas contra el gobierno de Mulqi.
Los últimos días, miles de personas -unas 3.000 el sábado y 5.000 el domingo- se congregaron al final del día delante de las oficinas del primer ministro en Ammán, reclamando su dimisión.
Se trata del mayor movimiento de protesta desde fines de 2011 en este país de unos 10 millones de habitantes.
Las protestas se deben a una reforma que amplía el gravamen a los ingresos a categorías más modestas. El proyecto de ley, presentado siguiendo las recomendaciones del FMI, prevé un aumento de al menos 5% del impuesto a los particulares y grava a las personas con ingresos anuales de 8.000 dinares (unos 9.700 euros). Los impuestos a las empresas pasarán de 20% a 40%.
El FMI aprobó en 2016 una línea de crédito de 723 millones de dólares a tres años. En contrapartida el reino se comprometió a llevar a cabo reformas estructurales para reducir su deuda pública a 77% del PIB para 2021, contra 94% en 2015.
En las últimas 48 horas, el primer ministro no logró hallar un acuerdo con los sindicatos.
El Estado debe «conservar su independencia y no plegarse a las exigencias del FMI», repitió el presidente de la principal federación sindical, Ali al Abbus.
Los sindicatos habían llamado a una nueva jornada de huelga nacional el miércoles, indicando que querían pedirle al rey que interviniera «en esta situación delicada».
En un primer intento por sosegar las protestas, el rey pidió «un diálogo nacional global y razonable con respecto al proyecto de ley sobre el impuesto».
Desde enero los productos de primera necesidad registraron varias alzas de precios, por un aumento de los impuestos.
El precio del combustible aumentó en cinco ocasiones este año, y las facturas de electricidad tuvieron un alza del 55% desde febrero. Nuevas alzas previstas para el jueves pasado fueron congeladas el viernes debido a las protestas.
Según las cifras oficiales 18,5% de la población jordana está desempleada y 20% está en el límite del umbral de pobreza.
«Las protestas (…) sorprendieron al gobierno», dijo a la AFP Adel Mahmud, analista en Ciencias Políticas, que estimó que «continuarán hasta que sus reivindicaciones sean escuchadas».
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