La Ley de aborto legal y gratuito tiene media sanción en Argentina y ahora pasa a Senadores, luego de una sesión maratónica, que duró más de 20 horas, para el infarto, que tuvo al país más pendiente del Congreso que del Mundial de Fútbol
Más temprano, todo indicaba que la negativa por el proyecto se impondría. Lo discursos de los diputados estaban matizados por el optimismo de aquellos que rechazan el proyecto y por un tono medido de quienes lo defienden, en coincidencia con las proyecciones de votación, que arrojaban una leve ventaja para el «No».
Pasadas las 3, cuando la definición de algunos diputados indecisos comenzó a volcarse por el “no”, quienes rechazan la legalización parecieron envalentonarse, mientras que quienes la apoyan bajaron la euforia.
Vehemente, el macrista salteño Martín Grande expresó que «a los que hablan de una masa verde, también les recuerdo que hay una masa celeste».
«Qué alegría es ver al pueblo reclamando derechos en paz, como suele hacer el pueblo, y remarcar el enorme contraste que hay cuando el pueblo reclama derechos, y cuando las hordas de vándalos y delincuentes invaden las plazas para tratar de dar un golpe tomando el Congreso como pasó en diciembre”, agregó el legislador dirigiendo la mirada hacia la bancada kirchnerista.
Ante los silbidos y abucheos de los diputados del FPV-PJ, Grande agregó que «ya están nerviosos, me alegró, se nota claramente la diferencia».
Sus expresiones le valieron un llamado de atención del presidente de la Cámara, el también macrista Emilio Monzó, quien lo llamó a «evitar las provocaciones».
En el mencionado tono pesimista, el mendocino Guillermo Carmona (Frente para la Victoria-PJ) y defensor del proyecto se preguntó «quién festejaría en caso de que gane el ‘No’ a la ley'»
Los Andes