Sin Pelusa, el zoo de La Plata no será el mismo. Tan fuerte resultó el impacto de la muerte de la elefanta, de 52 años, que las puertas de ese espacio no reabrirán para al público, según fuentes oficiales.
Las autoridades dijeron que mantendrán cerrado el tradicional jardín, ubicado en pleno corazón del Bosque platense, para avanzar con su reconversión en un “bioparque”.
Luego de un fin de semana agónico, el lunes, los especialistas que atendían a Pelusa decidieron sedarla y que muriera. Estaba enferma. Tenía un problema en sus patas traseras que le impedía –entre otras cosas- reposar para dormir. Estuvo, según dijeron veterinarios, más de dos años sin recostarse. Cuando lo hizo, el sábado temprano, no se levantó más.
El dramático final de uno de los emblemas del zoo aceleró decisiones. “La idea de encerrar animales silvestres y que vivan en cautiverio con fines de exhibición es un paradigma que se está abandonando en todo el mundo. Por eso, tomamos la decisión de mantener las puertas de este zoológico cerradas y convocar públicamente a todos los sectores y organizaciones para avanzar juntos en este proyecto”, dijo el subsecretario de Gestión Ambiental de la municipalidad de La Plata, Germán Larran.
Sobrevoló la sensación de una jornada de luto para los platenses. En bares, oficinas y en las redes sociales -la nueva representación del espacio público en la era digital- se vieron expresiones de tristeza y melancolía por el triste final de la bestia que ocupaba un espacio amplio del complejo situado a pocos minutos del centro de la capital de la Provincia de Buenos Aires.
Los funcionarios informaron, además, que la Municipalidad decidió levantar un altar en su memoria y depositar sus restos en el lugar donde murió después de 50 años de cautiverio. «Será en su propio recinto. Ya está preparada la entrada con una arcada donde se encontraba proyectado su nuevo ambiente», confirmó Larran.
Se supo que los especialistas que atendían al paquidermo resolvieron suspender sus tratamientos. Estaba en gravísimo estado desde el sábado, cuando se recostó y no pudo levantarse. Con el aval de la Justicia, optaron por aplicarle un sedante y, cerca de la medianoche, murió.
Desde temprano, también se acercaron familias y representantes de proteccionistas hasta los pórticos de la avenida Pereyra Iraola, para dejar flores y carteles para recordar a Pelusa.
El intendente Julio Garro escribió una serie de tuits: “Como sociedad debemos disculparnos con vos, Pelusa. Tu historia nos reafirma que los zoológicos no deben existir más y que los animales silvestres, sean de la especie que sean, no deben vivir nunca en cautiverio ni con fines de exhibición”, dice uno de ellos. En otro agradeció el acompañamiento de la sociedad, a los expertos de Brasil y a todo el equipo de veterinarios que la asistieron hasta el último aliento.
Desde hace más de un año, las autoridades platenses buscan cambiar el esquema de funcionamiento del zoo. Se aprobó una ordenanza para transformarlo en bio parque y trasladaron a los hábitats naturales a unas 80 especies que estaban encerradas. Ahora dijeron que avanzan en el traslado de tres mamíferos de gran porte a un santuario ubicado en Estados Unidos, el “Odd Cat Sanctuary”. Se trata de una tigresa y la leona Kiara. Además, un león que está “a préstamo” en Olavarría también sería trasladado al santuario, ubicado en Denver.
El zoológico de La Plata tiene 111 años. Fue inaugurado a principios del siglo pasado, cuando en el mundo la mirada sobre la fauna era muy diferente a la actual.
Para Pelusa había un plan de traslado a una reserva de Mato Grosso. La iniciativa llegó tarde. No se pudo concretar el objetivo de pasara, al menos, sus ultimos días entre pares. Ahora en el ex zoo platense habrá un recordatorio para ella. Un altar para mantener, en la memoria y a la vista de todos, algo que nunca debió ser.
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