Nació en 1986 en Buenos Aires, mientras en Argentina se disputaba un partido crucial para las aspiraciones mundialistas de la Selección. La curiosa historia de su nombre y de la sugerencia del partero.
El 16 de junio de 1986 Argentina venció 1 a 0 a Uruguay en los octavos de final de la Copa del Mundo de México 86. El partido anterior Carlos Bilardo había puesto como titular a Claudio Borghi y la Argentina había vencido 2 a 0 a Bulgaria. Pero para el duelo contra los uruguayos, decidió hacer un único cambio: adentro Pedro Pablo Pasculli. A los 42 minutos del primer tiempo, quince minutos antes de las cinco de la tarde, en el estadio Cuauhtemoc de Puebla, ante 26 mil personas, Pasculli marcó el único gol del partido y selló el pase a cuartos de final.
A más de siete mil kilómetros de distancia, nació minutos después del gol más importante en la carrera de Pasculli, un hijo de uruguayos. En Buenos Aires eran cerca de las tres de la tarde. «El partero le dijo, ‘con lo que costaron el parto y el partido me imagino que le pondrán Pedro Pablo’, sin saber que mis padres eran uruguayos. ¡Y claro, ellos se negaron rotundamente!». La anécdota es autorreferencial. Se la confesó su madre. La contó Fernando Muslera, el arquero uruguayo con más partidos en la historia de los mundiales y el único argentino de nacimiento que aún puede salir campeón del mundo en Rusia 2018.
«Ya tenían decidido el nombre Fernando en gran parte porque mi mamá era fanática de Fernando Morena, un goleador histórico uruguayo. O sea, llevo el nombre de un futbolista, ¡pero uno del otro lado del Río de la Plata!», explicó en una entrevista con la FIFA. «Nunca conocí al médico ni se me ocurrió, hasta ahora que lo mencionan, ver ese partido de 1986 como para ubicarme en el momento», concluyó.
Su crianza en Argentino duró ocho meses y su identificación con el país donde nació es nula. «Después volvimos a Uruguay, obviamente sin forma de saber lo que pasaría conmigo después. Con todo respeto, mi pasaporte dice nacionalidad argentina, pero mi sentimiento es ciento por ciento uruguayo», alegó.
Su carrera comenzó a los trece años, cuando se probó en el Wanderers, el mismo club donde surgió futbolísticamente Enzo Francescoli. Debutó joven, a los 18 años, ante Peñarol. Dos años después pasó a Nacional a préstamo: su rendimiento despertó el interés de clubes europeos. En 2007 lo compró la Lazio, donde disputó cuatro temporadas. Desde 2011 se desempeña en el Galatasaray de Turquía.
A sus 32 años, se convirtió en el uruguayo con más presencias mundialistas al superar a Ladislao Mazurkiewicz, que había disputado trece encuentros entre las competencias 1966 y 1974. Ya lleva quince participaciones en Copas del Mundo, 101 partidos atajados en la Selección de Uruguay (es el séptimo con más apariciones) y el viernes defenderá el arco charrúa en el duelo ante Francia por los cuartos de final de Rusia 2018. Aunque él no lo sienta, es el único argentino que todavía sueña con levantar la Copa del Mundo.
Fuente: infobae.com