En la cuenta regresiva hacia la votación del 8 de agosto en el Senado, los impulsores del proyecto de aborto legal tomaron nota del estiramiento de la ventaja del “No”, y en ese marco iniciaron negociaciones para introducir modificaciones para arribar a un dictamen más moderado, que plasme varios de los planteos de senadores indecisos.
Concretamente, según pudo averiguar el diario La Nación- ya existe un canal abierto de negociación con el vicepresidente del interbloque Argentina Federal, Carlos Caserio, quien junto con los otros dos senadores cordobeses Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado (ambos del PRO) impulsa un dictamen alternativo que, entre otros puntos, incorpora la objeción de consciencia institucional y reduce de 14 a 12 semanas de gestación el límite para autorizar la interrupción de embarazos no deseados.
También se habrían consensuado otros cambios, como la eliminación de sanciones penales e inhabilitación a los profesionales de la salud que desistieran de practicar abortos.
Otro de los senadores que apoya la despenalización pero tiene reparos con la redacción media sanción que llegó de Diputados es el chaqueño Eduardo Aguilar (PJ), quien sí comprometería su apoyo si se cristalizaran algunos cambios.
Para el senador justicialista, al acotar el plazo a la semana 12 se excluye la posibilidad de que mediante un test se pueda determinar la existencia de algún problema congénito en el feto, y que por tanto eso induzca a los progenitores a la decisión de abortar el embarazo.
Con este nuevo panorama, los partidarios más activos del aborto legal se entusiasman con cosechar los votos necesarios para que la iniciativa no se caiga y sea ley.
De contar con la aprobación en el Senado, el proyecto deberá volver a Diputados, pero aún así la despenalización estará garantizada.
En todo caso, la discusión pasará por la insistencia en el texto de la media sanción, la aceptación de las modificaciones del Senado o la insistencia parcial.
La Capital de Mar del Plata