Un jurado en California (EE.UU.) condenó este viernes a Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición a un producto de la multinacional que contiene el herbicida glifosato.
El hombre en cuestión, Dewayne Johnson, sostiene que utilizó el herbicida Roundup de Monsanto de manera frecuente mientras trabajó como jardinero para el distrito escolar de San Francisco.
El jurado, del Tribunal Superior de San Francisco, determinó que Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar este producto con glifosato.
El jurado también concluyó que la omisión de las advertencias necesarias fue «un factor sustancial» en la enfermedad de Johnson, que tiene 46 años y padece linfoma no hodgkiniano (un cáncer en los linfocitos de la sangre), detectado 4 años atrás.
Los médicos del demandante aseguraron en el juicio que a Johnson le quedan meses de vida.
El glifosato es un herbicida que ha generado una gran controversia en todo el mundo por presuntos efectos perjudiciales tanto en la salud de las personas como en las tierras donde se aplican productos que lo contienen.
Diversos especialistas al tanto de este juicio consideran que para el esclarecimiento científico de esta polémica instalada en la sociedad es positivo que se trate a fondo, en todas las instancias judiciales que correspondan.
En un comunicado de prensa, Scott Partridge, uno de los vicepresidentes de Monsanto, señaló que apelarán la decisión judicial.
«Mostramos nuestra empatía con el señor Johnson y su familia. La decisión de hoy no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones -y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) y autoridades regulatorias en todo el mundo- apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer», aseguró.
Medios californianos estimaron que este puede ser el primero de otros casos que Monsanto podría afrontar en Estados Unidos por los supuestos efectos cancerígenos del glifosato.
Clarín / EFE