William D. Nordhaus y Paul M. Romer han sido galardonados con el Nobel de Economía de 2018. Dos estadounidenses se llevan así el galardón por integrar estudios sobre el cambio climático y las innovaciones tecnológicas con el análisis macroeconómico. «Sus hallazgos han ampliado significativamente el alcance de análisis económico mediante la construcción de modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento», ha destacado la academia sueca.
William D. Nordhaus, nacido en 1941 en Albuquerque (Estados Unidos), es profesor en la Universidad de Yale. Los hallazgos de Nordhaus se refieren a las interacciones entre la sociedad y la naturaleza. «Decidió empezar a trabajar sobre este tema en la década de los setenta, ya que los científicos estaban cada vez más preocupados por la combustión del combustible fósil que daba como resultado un clima más cálido. A mediados de la década de 1990, se convirtió en la primera persona en crear un modelo de evaluación integrado, es decir, un modelo cuantitativo que describe la interacción global entre la economía y el clima.
Su modelo integra teorías y resultados empíricos de la física, la química y la economía», destaca el comunicado del premio. «El modelo de Nordhaus ahora está ampliamente difundido y se utiliza para simular cómo la economía y el clima evolucionan conjuntamente. Se utiliza para examinar las consecuencias de las intervenciones de política climática, por ejemplo, los impuestos al carbono», añade.
Paul M. Romer, nacido en 1955 en Denver (Estados Unidos), es profesor en la escuela de negocios NYU Stern. Según el Banco de Suecia, Romer demuestra cómo el conocimiento puede funcionar como motor del crecimiento económico a largo plazo. «Las investigaciones macroeconómicas anteriores habían enfatizado la innovación tecnológica como el principal motor del crecimiento económico, pero no habían modelado cómo las decisiones económicas y las condiciones del mercado determinaban la creación de nuevas tecnologías. Paul Romer resolvió este problema demostrando cómo las fuerzas económicas gobiernan la disposición de las empresas para producir nuevas ideas e innovaciones», señala. La solución de Romer, que se publicó en 1990, sentó las bases de lo que ahora se llama la teoría del crecimiento endógeno. «La teoría es conceptual y práctica, ya que explica cómo las ideas son diferentes a otros bienes y requieren condiciones específicas para prosperar en un mercado. La teoría de Romer generó grandes cantidades de nuevas investigaciones sobre las regulaciones y políticas que fomentan nuevas ideas y prosperidad a largo plazo»
El Sol