Dos ministras del gabinete de Mauricio Macri están enfrentadas por la política social y el rol de las organizaciones que negocian y articulan con la Casa Rosada.
Según publica Clarín, en medio de las dificultades económicas y riesgo de mayor conflictividad para los próximos meses, mantener la ayuda social no aparece en discusión. Habrá más refuerzos en la asistencia aunque también aparecieron reparos sobre si el esquema de reparto a las organizaciones promueve también las protestas en las calles.
Con la mirada en el crecimiento de la protesta social, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich marca en reuniones internas que las organizaciones intensificaron su presencia en las calles y vincula el financiamiento de esas acciones con la asistencia del Gobierno.
Carolina Stanley, titular de Salud y Desarrollo Social, defiende las reformas implementadas, con mayores controles y el declamado objetivo de promover el trabajo formal, más allá del contexto recesivo.
«Las organizaciones juntan plata y poder político y están cada vez más en la calle. Tenemos que ir hacia un esquema de menos intermediación, más autonomía de las personas, más responsabilidad y más centrado en el empleo», fue uno de los cuestionamientos al sistema actual.
De acuerdo con el otro sector, el paso de Argentina Trabaja y Ellas Hacen a Hacemos Futuro implicó avances y la bancarización generó una llegada más directa a los beneficiarios: «El 100% de las personas se reempadronaron, fueron a una oficina de la ANSeS, actualizaron sus datos, cada uno tiene su tarjeta. Es un error asociar el plan a las manifestaciones, las estructuras políticas no se financian de ahí».
El Sol