Expertos de la Universidad Nacional del Comahue afirmaron que el blowout de Bandurria dejará secuelas en la zona. Remarcaron la necesidad de estudios previos antes de avanzar con la limpieza.
“No existe aún ningún tipo de remediación que deje el suelo igual a como estaba antes. Una vez impactado y tratado, no es más suelo, pierde gran parte de sus propiedades físicas, químicas y estructurales”. De manera tajante analiza los casos de derrames petroleros, la decana de la facultad de Ciencias del Ambiente y la Salud (Facias), Graciela Silva.
Hay diversas estrategias para trabajar en suelos que fueron sometidos a situaciones extremas como un derrame. Para elegir la correcta, no solo depende de las propiedades naturales del terreno y del ecosistema, sino también del tipo de hidrocarburo, la cantidad de tiempo que estuvo en contacto con él, la superficie y la profundidad.
En algunas oportunidades se puede trabajar en el área y en otros casos es necesario remover el material y llevarlo a tratar.
“Según la normativa podemos disponer del suelo nuevamente si tiene menos del 1% del hidrocarburo. De otra manera, tengo una contaminación que puede afectar el desarrollo natural ese sistema”, graficó Silva.
Fernando Farinaccio, miembro del laboratorio de Rehabilitación y Restauración de Ecosistemas Áridos y Semiáridos de la Facias, remarcó que además de analizar cómo tratar este tipo de contingencias, es esencial saber qué hacer después.
“A través del uso de especies nativas que están adaptadas a condiciones de estrés naturales, hemos logrado reducir en gran cantidad la contaminación en piletones (de hidrocarburo)”, expresó Farinaccio.
El suelo de la zona
Los desarrollos hidrocarburíferos de la zona se llevan adelante en un ecosistema altamente árido, donde todos los organismos que lo componen tienen que soportar sequías, fuertes radiaciones solares e intensos vientos.
“En estos terrenos la vida del suelo no es tan diversa y es más lenta en sus procesos. La materia orgánica es poca y es muy baja en nutrientes. Estamos hablando de áreas de 1% de materia orgánica, entonces el suelo es muy frágil. La aseveración sería que estamos afectando flora y fauna que ya de por sí es muy frágil, y su recuperación es muy lenta, y su resistencia es muy baja”, explicó Farinaccio.
El derrame en Bandurria Sur tuvo dos tipos de afectaciones. Por un lado, el sector alcanzado por el rocío del hidrocarburo, y por otro, los cauces de crudo que fueron acumulados en piletones.
Fernando Farinaccio, aseguró que en algunos suelos alcanzados por spray es mejor no intervenir. “A veces puede ser peor, ya que eso requiere de un lavado donde se usan herramientas de alta presión y se necesita mover equipos que pueden generar más impacto del que la vegetación puede resistir”, sostuvo.
Sobre el uso de los piletones la decana de la Facias, Graciela Silva, analizó que excavar y contener los fluidos, es generar un pasivo, pero es una alternativa rápida para evitar que se expanda. “La posibilidad de que penetre va de la mano de cuáles son las familias químicas que componen el fluido que se derramó. Cuanto más pequeña es su estructura química mayor capacidad de penetración tiene”.
Los procesos de remediación de suelo llevarán tiempo y difícilmente puedan recuperar su estado natural. Lo cierto es que los suelos que retiren pueden ser destinados a otras actividades.
La superficie más crítica del derrame ocupó 20 hectáreas
Cuatro años tuvieron que pasar para que Vaca Muerta vuelva a ser noticia por una contingencia ambiental y no por uno de sus constantes récords. Así como las inversiones hacen ruido, el derrame en Bandurria hizo eco, no solo en la industria, sino en todo el país.
Según los últimos datos oficiales de la provincia de Neuquén, a los que “Río Negro” pudo acceder, en el último relevamiento fotográfico se pudo saber con exactitud cuál fue el área más afectada por el derrame.
El sector correspondiente a las piletas y a los diques que se utilizaron para conducir el grueso del hidrocarburo abarca 3,07 hectáreas aproximadamente.
El área de la explanada, donde están las oficinas, herramientas, vehículos y el equipo de perforación cubrió la totalidad de las 1,55 hectáreas.
Y la superficie del escurrimiento por donde se expandió el hidrocarburo alcanzó 15,19 hectáreas.
El terreno alcanzado por el spray del crudo que rebotó contra el equipo de perforación, producto de la presión con el que salió al a superficie, no fue determinado en los últimos datos.
Sin embargo, si se tiene en cuenta que el primer informe oficial de la Provincia confirmó que se cubrieron un total de 45 hectáreas, producto del derrame, se puede afirmar que el spray cubrió 25 hectáreas.
El plan de acción autorizado por la Provincia consta de la limpieza superficial del área y trabajos de poda sobre la flora afectada. Y la empresa está autorizada para hacer desmontes de las zonas muy contaminadas.
Por último, tiene que analizar las zonas de los piletones para evaluar el siguiente paso.
Diario Río Negro