Al Gobierno le falta una última ronda de subas en las tarifas de los servicios públicos y transporte. La implementará durante la primera mitad de 2019, bajo la premisa de tratar de alejarla de las elecciones y para que no disminuya las chances del oficialismo.
El servicio de agua y cloacas tendrá dos incrementos: del 17% en enero y del 27% en mayo. La distribución eléctrica (luz) subirá en febrero. Según fuentes oficiales, acompañará el ritmo de la inflación entre agosto y enero. Hasta noviembre, ya acumula un 20%, pero aún falta conocerse el costo de vida de diciembre y enero que tallarán en esa recomposición. Además, habrá que recortar alguna tajada de las subvenciones a la generación eléctrica y es probable que eso se traspase a los usuarios.
Las tarifas de gas tendrán un aumento en abril como parte de la revisión semestral del período octubre 2018/marzo de 2019. Está previsto que esa suba refleje la inflación de ese período. Además, el gas del invierno es más caro que en verano. Por esa razón, aparece inevitable que las próximas tarifas sean entre 30% y 35% más altas que las actuales.
En Transporte, los dueños de las empresas de colectivos creen que habrá otra suba de los boletos. Aún con las correcciones de 2018, los subsidios estatales serían insuficientes para cubrir la mayor erogación por combustibles y aumentos salariales. En el Gobierno son silentes sobre el asunto, pero admiten que deben resolverlo antes que se avecine la carrera electoral.
En el marco del préstamo contraído con el FMI, el organismo multilateral también sugirió una disminución de las subvenciones estatales. Esto implica que los usuarios (hogares, comercios e industrias) deberán aportar de su bolsillo por alguna parte del dinero que el Estado dejará de aportar.
Aysa debutará con los aumentos. El de enero será de 17% y estará vigente desde el primer día de 2019 hasta el 30 de abril. La siguiente corrección es de otro de 27% desde mayo de 2019 a abril de 2020, para cubrir la inflación prevista para el año próximo.
La tarifa de Aysa aumentó 26% desde el 1 de mayo. Cuando se decidió ese incremento, la pauta de inflación anual del Gobierno era 15%. Pero la devaluación les cambió los números. El costo de vida de este año superará el 45%. Por ese motivo, al 26% ya aplicado entre mayo y diciembre se le agregará otro 17% desde enero.
Una familia tipo pasará a pagar $ 274 mensuales en enero y $ 348 desde mayo según estimaciones hechas por la empresa en relación al servicio de agua potable. Por cloacas, se paga otro tanto. Desde mayo de 2019 las boletas llegarán en forma mensual, dejando el formato bimestral que se usa ahora.
Las tarifas eléctricas se modificarán desde el 1 de febrero. Según el secretario de Energía -Javier Iguacel-, el incremento estará en línea con la inflación acumulada en los seis meses que van desde agosto hasta enero de 2019. Con noviembre incluído, el costo de vida ya acumula un 20% de aumento. Faltan diciembre y enero.
Pero, además, el último aumento de tarifas -de agosto- no llegó a reflejar el impacto de la devaluación posterior. En ese momento, el dólar estaba a $ 28. Ahora, está en $ 38. Por esa razón, aun para mantener el mismo nivel de subsidios, los cargos eléctricos deberían subir.
Fuentes oficiales admiten que aún se subsidia, al menos, 40% del costo eléctrico para los hogares. En el Gobierno les gustaría reducir ese porcentaje. De allí a que el aumento de febrero oscilará entre 30% y 35%.
Aunque no tiene fecha definida, entre la luz (en febrero) y el gas (en abril), podría colarse el incremento en transporte. Las empresas de colectivos señalan que es necesaria una recomposición.
Los subsidios al transporte de 2019 serán diferentes a los de 2018. Serán otorgados por la provincia y la ciudad, aunque la Nación se guardó una tajada para los colectivos que pasan por ambas jurisdicciones.
El ministerio de Transporte subsidia una parte del gasoil que utilizan los colectivos. Desde el año que viene, planea dirigir esos fondos directamente a las petroleras. Esa modificación ya despertó resistencia por parte de las firmas que trasladan pasajeros.
El ministro Dietrich siempre fue renuente a avisar sobre los aumentos en trenes y colectivos. Los aplicó en 2016 y 2018, es decir en años no electorales. Para disponerlos en 2019, la recomendación que le hicieron desde el sector es que sea antes de marzo, ya que tendrá menos impacto tanto en la opinión pública como en el bolsillo.
En abril viene otro turno de gas. El Poder Ejecutivo va por el mismo sendero que en la luz: evolución de la inflación, en este caso entre octubre de 2018 y marzo de 2019. A diferencia del incremento para el período estival -en que el precio del gas cae por menor demanda-, las tarifas del próximo invierno tienen otro comportamiento.
El país importa gas durante los meses más fríos y la producción local también se paga a un precio superior. Eso implicará que el costo del gas será más caro. A la inflación habrá que sumarle ese adicional propio de la estacionalidad. En las boletas, el aumento también transitará en una zona del 30% al 35%.