Cuba retiró del proyecto de su nueva Constitución el artículo 68 que abría la posibilidad del matrimonio homosexual, según informó el secretario del Consejo de Estado y coordinador de redacción del texto, Homero Acosta. La propuesta inicial aprobada por los legisladores cubanos en julio incluía en el artículo 68 la definición de matrimonio como la unión “entre dos personas con capacidad legal”, sin especificar el género. Así modificaba el concepto establecido en la Constitución de 1976, que hablaba de la unión “entre hombre y mujer”.
Esta decisión de la Asamblea Nacional de Cuba es una derrota política para la sexóloga Mariela Castro, líder del ala oficialista del movimiento LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). Dirige el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba y es hija de Raúl Castro, quien hasta abril fue presidente del país. Por cierto, Raúl Castro encabeza la comisión que elaboró el proyecto de la nueva Constitución y ahora lo cambió.
Mañana viernes, la Asamblea Nacional votará el proyecto de nueva Constitución. Luego de su aprobación habrá un referendum popular el 21 de febrero. Según la prensa oficial, Acosta dijo: “El proyecto de Constitución no va a definir qué sujetos integran el matrimonio, con lo cual esta discusión sale del universo constitucional”. Parece ser que Raúl Castro decidió anular el artículo 68 por la oposición detectada en los debates populares de los últimos meses. El martes pasado, la Asamblea Nacional informó en su cuenta de Twitter que “como forma de respetar todas las opiniones” se eliminaba el disputado artículo.
En reemplazo del artículo 68, la comisión redactora de la Constitución propone uno nuevo, el 82, que define el matrimonio “como una institución social y jurídica”. Lo considera como “una de las formas de organización de la familia” y afirma que “se funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges”. Establece que será “la ley” la que determine “la forma en que se constituye el matrimonio y sus efectos”. En el nuevo Código de Familia “deberá establecerse quiénes pueden ser sujetos del matrimonio”.Para eso habrá nuevos debates y votación en dos años.
Por su lado, Mariela Castro escribió en su cuenta de Facebook que “no hay retroceso, Cuba es de todos y todas. No hemos cedido ni cederemos a los chantajes fundamentalistas y retrógrados que se oponen políticamente al proyecto emancipador de la Revolución Cubana”. Se refería así a las campañas impulsadas por evangelistas y católicos. La sexóloga opinó que el mensaje de la Asamblea “desafortunadamente mutiló la nueva propuesta y lanzó al ruedo, lo que muchas personas están interpretando como un retroceso”. En su opinión, la esencia del artículo 68 permanece porque, aunque se habla de “cónyuges” y no de “personas”, se mantiene “la posibilidad de que todas las personas podamos acceder a la institución matrimonial”. Mariela Castro llamó a “cerrar filas para lograr un Código de Familia tan avanzado como el nuevo texto constitucional”.
Cabe recordar que el artículo 68 fue apoyado por el nuevo presidente cubano, Miguel Díaz Canel. El diario oficial Granma publicó varias notas sobre el tema. Entre los meses de agosto y noviembre de 2018 hubo agitados debates populares en barrios y lugares de trabajo de todo el país.
En la edición de Granma del 3 de octubre, Ana María Alvarez Tabío Albo, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, decía que “no existe causa alguna que justifique que la decisión de contraer matrimonio de dos adultos, de cualquier sexo, viole los derechos de otras personas”. También destacaba que “la familia, igual que toda otra institución vinculada a ella, es un producto social dinámico, dialéctico, sujeto a modificaciones. Las normas jurídicas han de transformarse para acompañar esos cambios”.
Los historiadores cubanos recuerdan que recién en septiembre de 2010 Fidel Castro admitió al diario mexicano La Jornada que los homosexuales y lesbianas fueron perseguidos por la Revolución Cubana durante las décadas de 1960, 1970 y 1980. “Fue una gran injusticia y fue mi culpa”, dijo Castro, aunque matizaba la frase diciendo que “no fue una política de Estado”.
El 24 de mayo de 1984 la televisión francesa emitió el telefilme “Conducta impropia”, dirigido por los cineastas cubanos exiliados Néstor Almendros y Orlando Jiménez Leal. Este documental revelaba la persecución contra los homosexuales, algunos de ellos tan famosos como el músico Pablo Milanés y los escritores Reinaldo Arenas, Virgilio Piñera y Armando Valladares. Al menos 30.000 personas fueron encerradas en los campos de concentración UMAP (Unidad Militar de Ayuda a la Producción) y cientos de prisioneros se suicidaron.
La situación cambió algo desde 1993 con el estreno del filme de Tomás Gutiérrez Alea “Fresa y chocolate”. Como dijo en octubre de 2018 en Granma la periodista Daylis Vergara, esta película que fue nominada al Oscar de Hollywood y ganó importantes premios en Europa, “a todos nos dio una gran lección. Nos enseñó que no debemos juzgar a alguien por sus preferencias sexuales, nos llamó al respeto y la tolerancia”.
Clarín