La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) profundizará desde esta semana el entrecruzamiento entre la información declarada por los contribuyentes en el blanqueo con los datos provenientes de cuentas del exterior que fueron informados por organismos fiscales en el marco del acuerdo de OCDE contra paraísos fiscales.
El organismo que conduce Leandro Cuccioli recibirá este año datos de cuentas bancarias de tres jurisdicciones muy significativas: Suiza, Uruguay, y Panamá, tres plazas a donde se destinan habitualmente fondos de argentinos cuando mandan dinero al exterior.
En el primer año de vigencia del programa se recibieron datos de 36.000 cuentas, y este año, de otras 170.000. La mayoría siempre estuvo declarada ante la administración fiscal, de modo que no debieron ser blanqueadas.
Pero existe un grupo de cuentas que estaban ocultas con anterioridad al blanqueo y que tampoco fueron incluidas en éste por sus titulares. El procedimiento ahora que sigue la AFIP es darle de baja al trámite e iniciar el cobro de multas y penalidades.
Se podía exteriorizar activos pagando un 10% de lo declarado cuando se tratara de más de u$s50.000. Y se prometía luego una alícuota del 0,25% por Bienes Personales, que finalmente no se cumplió, porque el Gobierno decidió incluir alícuotas de 0,25%, 0,50%y 0,75% en el marco del ajuste fiscal acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los datos se obtienen a partir de la firma de la Convención Multilateral de Asistencia Mutua de Asuntos Fiscales ya se adhirireron más de 130 países. El acuerdo establece como obligatorio el intercambio de información de cuentas bancarias que superen los u$s250.000.
Según manifestó Cuccioli, debido al proceso de intercambio de información se generaron “centenares de casos de irregularidades”. En esos casos se llama al contribuyente para que explique la inconsistencia. De no responder satisfactoriamente, entre otras cuestiones, pierde los beneficios del blanqueo de 2016, si es que decidió entrar al mismo, pero no informó todo lo que tenía en el exterior. En el blanqueo se declararon unos u$s100.000 millones de bienes. Las cuentas bancarias tenían el beneficio de no tener obligación de repatriar el dinero.
Los que no entraron al blanqueo deberán pagar multas y corregir declaraciones juradas del impuesto a los Bienes Personales para incluir las cuentas que antes no estuvieron declaradas.
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