Miles de argentinos marcharon hoy en contra de la legalización del aborto y en favor de los derechos del niño por nacer. La multitudinaria movilización, que congregó a unas 300.000 personas en la Ciudad según los organizadores, se replicó en unas 200 localidades del país. Además, los oradores del acto central exigieron la derogación del protocolo nacional para la interrupción legal del embarazo y advirtieron que no votarán en las próximas elecciones a los candidatos que respalden la legalización del aborto .
La nueva edición de la Marcha por la Vida empezó en Plaza Italia, en Palermo, y finalizó con un acto central frente a la Facultad de Derecho, en Recoleta. Los concurrentes, en su gran mayoría jóvenes, ocuparon por momentos unas 15 cuadras de la Avenida del Libertador, en tres de sus carriles. Por allí, caminaron con banderas y pañuelos celestes, el color que identifica a los movimientos provida.
Según los organizadores al cierre del acto en la Capital, la cantidad de asistentes rondaba los 300.000. Sin embargo, estimaban que la cifra ascendería a 2.400.000 al sumar todos los concurrentes en las diversas marchas a lo largo del país.
En la movilización porteña, se vieron carteles con leyendas como: «Basta de soluciones fáciles. Queremos políticas públicas que salven las dos vidas» y «Con aborto, no te voto». También se escucharon cánticos como: «No al aborto le dice la gente. Sí a la vida señor Presidente».
Las organizaciones convocantes ratificaron la oposición a la legalización del aborto, cuyo proyecto parlamentario fue rechazado en agosto pasado en el Senado, y exigieron la derogación del Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), que está en vigor desde 2015.
Entre las agrupaciones convocantes estuvieron Marcha por la Vida, +Vida, Argentina Pro Vida, la Red Federal de Familias, Médicos por la Vida, Abogados por la Vida y muchos grupos de estudiantes universitarios y secundarios. Además, contó con el respaldo de la Conferencia Episcopal y la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
Alejandro Geyer, de Marcha por la Vida y conductor del acto, afirmó ante la multitud: «Estamos aquí para pedir que se terminen con los protocolos». Lo hizo para referirse a las normativas que rigen en las distintas provincias en consonancia con el documento de alcance nacional del 2015.»Esta marcha nos convoca a seguir defendiendo tres grandes principios: la vida del niño por nacer, el derecho a la familia a educar libremente a sus hijos sin ideología de género y tomar conciencia que estamos en un año electoral, por lo que vamos a decidir el futuro de la Patria, de nuestra familia y de millones de niños por nacer», precisó. Y afirmó que las agrupaciones provida están «dispuestas a salir cuantas veces sea necesario contra las políticas del Gobierno, que son claramente contra la vida».
Raúl Magnasco, de +Vida, dijo a la nacion que la manifestación fue «una fiesta del pueblo argentino que les gusta marchar en familia a favor de las dos vidas». Y agregó: «Hoy el lema que nos une es la derogación del protocolo, que costó la vida de muchas personas como Paz, en Entre Ríos; Esperanza, en Jujuy y Faustina, en Tucumán». Los tres nombres mencionados aluden a las tres bebas que murieron luego de haber sido dadas a luz por niñas, que fueron víctimas de violaciones.
Evelin Rodríguez, de la Fundación Vida en Familia, adelantó que en abril comenzará a funcionar de manera completa una línea de atención telefónica (0800-3331148), que asistirá a las mujeres del país que requieran de ayuda frente a un «embarazo vulnerable» y que será costeada por las agrupaciones provida. En rigor, el servicio ya funciona de manera parcial, pero se iba a ampliar la cobertura a partir de un acuerdo firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación con la Red Nacional de Acompañamiento a la Mujer con Embarazo Vulnerable. No obstante, el convenio fue desestimado la semana pasada. «Tuvimos presiones», aseguró Rodríguez a raíz de las críticas recibidas en torno a que la información estipulada a las mujeres que se comunicaran daba solo dos opciones: «criar a su hijo» o «darlo en adopción».
También fueron oradores del acto el abogado Ángel Romero, que intervino en los casos de las bebas fallecidas; Ayelén Alancayn, de +Vida; Esteban Lamadrid, veterano de la Guerra de Malvinas; y Pablo de la Torre, secretario de Salud del partido bonaerense de San Miguel, quien afirmó que su municipio es «provida».
Abajo del escenario, en tanto, Florencia Eiras, de Belgrano, escuchó los discursos junto a sus dos hijas. «Vinimos porque creemos en defender la vida desde la concepción, desde el minuto uno. Siempre tuve esa convicción». Lucía, una de las hijas que se recibió hace poco de psicopedagoga, indicó: «El aborto es sacarle la oportunidad a alguien de vivir y no podría estar de acuerdo».
Paloma Guevara, estudiante de Nutrición de la UBA, consideró: «No puede ser que en nuestro país quieran imponer una ideología del descarte, de muerte que surja como respuesta a un embarazo vulnerable, no deseado o no buscado. Es un niño que está por nacer y hay que protegerlo a él y a la madre».
El docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Eduardo Vicente Mora, de 73 años, reconoció que lo conmovió «la cantidad de gente joven que participó de la marcha. Lo importante es defender las dos vidas, la de la madre y la del hijo».
Voceros de la agrupación Aciera manifestaron su rechazo tanto a la práctica del aborto y a todo proyecto de ley sobre su despenalización. «Nadie puede decidir quién tiene derecho a vivir y quién no lo tiene. El Estado debe estar del lado de ambas vidas, ya que es obligación del mismo tutelar el derecho primordial a la vida».
La Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, expresó -días atrás con motivo-su «acompañamiento» a la marcha. «Nos sumamos a cada una de ellas, sin confrontaciones, respetando el derecho a la libre expresión que debe primar en estas horas difíciles de diálogo y encuentro entre los argentinos».
La Nación