En medio de un contexto de recesión, el índice de producción industrial manufacturero del (INDEC) volvió a mostrar un nuevo retroceso en términos interanuales: durante el mes de febrero arrojó una caída del 8,5%. En igual sentido, la construcción también cayó 5,3% respecto de un año atrás. Sin embargo, se registraron repuntes del 2,4% y 8,3% en términos desestacionalizados en relación a enero de este año, y alimentan las expectativas de un eventual fin de la recesión. De hecho, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó que «lo peor ya pasó».
En el primer bimestre, la producción manufacturera acumula una caída del 9,7 por ciento. Claramente el panorama de los distintos sectores industriales en febrero muestra que la población ha sufrido una notable caída de su poder adquisitivo y que orienta gran parte de su sueldo a los alimentos.
En efecto, en ese sector, la industria muestra una baja leve del 0,1 por ciento, pero en el resto las caídas interanuales han sido muy fuertes. Producto de la baja en el poder adquisitivo y el consumo, la industria textil cayó 9%, las prendas de vestir 5,3% y automóviles 11,3 por ciento. A su vez, se registraron importantes bajas en maquinaria y equipo, con retracción del 31,6 por ciento, aparatos e instrumentos 27 por ciento, refinación de petróleo 8,5 por ciento y madera,, papel e impresión 5,3 por ciento.
El único rubro industrial que mostró mejora en la comparación interanual fue tabaco, con un crecimiento del 9,5 por ciento.
Ladrillos
En el caso de la construcción, en el primer bimestre del año se arrastra un derrumbe del 10,7 por ciento, en tanto que los rubros vinculados a la obra privada registraron en febrero bajas muy importantes.
En ese sentido se destaca la caída del 30,9 por ciento en pisos y revestimientos, 21,8 por ciento en artículos sanitarios de cerámica, 16,3 por ciento en ladrillos, 12,8 por ciento en hierro redondo. Las únicas mejoras interanuales se dieron en yeso con 18 por ciento, pinturas para construcción con 2,9 de mejora.
Sin dudas que el año electoral ha determinado que a pesar del duro ajuste fiscal, la obra pública comenzó a moverse un poco más. De allí se explica el descenso muy leve del 0,3 por ciento en cemento portland, del 1,2 por ciento en placas de yeso, mientras que en asfalto, si bien la caída fue del 13,9 por ciento, en los meses anteriores las bajas en ese sector habían sido mucho más profundas.
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