El intendente de Trelew, Adrián Maderna, continúa aprovechando las tardes para visitar a los vecinos de distintos barrios de la ciudad, e interiorizarse respecto de cada una de las inquietudes que presenta cada sector, de boca de los propios protagonistas, y en territorio.
Este martes, el mandatario mantuvo encuentros en los barrios Menfa, Norte y Planta de Gas, en los que recibió distintos pedidos de cada grupo y sector.
En algunas ocasiones, el intendente concurre acompañado por algunos de los funcionarios de su gabinete municipal, mientras que en otras oportunidades suele realizar visitas personalizadas para charlar y conocer de primera mano las inquietudes, teniendo en cuenta también que comienza la jornada muy temprano en la mañana y concluye con los encuentros muy entrada la noche.
En este sentido, en muchos espacios ubicados en distintos sitios de la ciudad, hay diferentes grupos que se han organizado debidamente y proponen reuniones en las que ya se ordenan prioridades de demandas de los vecinos del lugar, lo que posibilita además una gestión mucho más rápida, práctica y que permite avanzar o no, de acuerdo a las posibilidades, en la resolución de cada problema, inquietud o solicitud debidamente.
Maderna busca llegar con soluciones a cada problemática, haciendo frente a las dificultades -principalmente económicas- que atraviesan los ciudadanos de Trelew ante tan adverso panorama que plantean las medidas adoptadas por un gobierno nacional que no se preocupa por lo que le sucede al otro, y sin mirar al costado, claramente gobierna por un determinado sector.
En esta relación asimétrica que le propone la situación de ocupar un puesto de privilegio como una intendencia, Maderna busca demostrar durante su gestión al frente del municipio que entiende a la política como un bien para todos, tratando de romper con la construcción social de que los políticos son todos iguales.
Con su presencia ejecutando distintas acciones, dando valor al respaldo obtenido de parte la gente para ocupar ese lugar, administra esa herramienta y ese poder de manera que le permita ayudar a los demás en la praxis, en el barro, en la calle, sin quedarse detrás de un escritorio, observando como una gestión le pasa por delante.