Los fiscales encargados de la operación anticorrupción Lava Jato, encabezados por Deltan Dallagnoll, “hablaron abiertamente de su deseo de evitar” que el Partido de los Trabajadores (PT) ganara la elección presidencial de Brasil en 2018, y el entonces juez Sergio Moro, ahora poderoso ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro, “colaboró secretamente y sin ética” con el equipo de la fiscalía para zanjar el camino al ahora mandatario, dijo ayer el portal The Intercept.
The Intercept, fundado por Glenn Greenwald, reveló la existencia de masivos archivos secretos que dan cuenta de “chats privados, grabaciones de audio, videos, fotos, procedimientos judiciales y otra documentación que nos proporcionó una fuente anónima”.
Tras recordar que Lava Jato fue “la saga de investigación que condujo al encarcelamiento” del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, destacó que la condena impuesta por Moro fue rápidamente ratificada cuando el ex dirigente metalúrgico contaba con 87% de aprobación. “La exclusión de Lula de la elección, basada en el hallazgo de culpabilidad de Moro, fue un episodio clave que allanarle el camino para la victoria electoral de Bolsonaro”.
Documentación
La documentación filtrada por The Intercept muestra “entre otras cosas, que los fiscales de Lava Jato hablaron abiertamente de su deseo de evitar que el PT ganara la elección y tomaron medidas para llevar a cabo esa agenda, y que Moro colaboró secretamente y sin ética con los fiscales de Lava Jato para ayudar a diseñar el caso contra Lula a pesar de las serias dudas internas sobre la evidencia que respaldaba las acusaciones”.
En el amplio reportaje firmado por Greenwald y Victor Pugy, Tel portal destacó que la Suprema Corte de Justicia autorizó diez días antes de la primera ronda que el diario Foha de Sao Paulo entrevistara a Lula, pero “el equipo de fiscales que manejó el caso de corrupción del ex presidente … comenzó a discutir en un grupo privado de chat de Telegram cómo bloquear, revertir o socavar la decisión del alto tribunal” al considerar que esa decisión “ayudaría al PT, el partido de Lula, a ganar las elecciones”, cuand Fernando Haddad fue nombrado candidato en sustitución de Lula.
Greenweald y Pougy añadieron que “los fiscales de Lava Jato dijeron explícitamente que su motivo para detener la entrevista de Lula era evitar que el PT ganara. Una de las fiscales, Laura Tessler, exclamó al enterarse de la decisión: «¡Qué broma!»”
Afirmaron que muchos fiscales del caso así como Moro han sido acusado de haber actuado por “motivos ideológicos y políticos”, lo que han negado, pero los documentos en poder The Intercept evidencian “una conspiración impropia y poco ética entre Dallagnoll y Moro sobre cómo armar mejor el caso de corrupción contra Lula”.