Generó 22 puestos de trabajo y es la única empresa de esta localidad que ha incorporado mano de obra local para trabajo con maquinaria en el mallín, en clasificación y empaque.
En torno a La Turba se comenzó a poblar El Hoyo hace 40 años, ya que hasta entonces el poblado era mayormente rural. En los años 80 tuvo su apogeo y generó una importante mano de obra, tan es así que se empezaron a construir viviendas alrededor de ese espacio, siendo el primer trabajo entre otros del actual intendente Daniel Cárdenas y del juez de Paz.
Hasta que se paralizó. Y hoy volvió a ponerse en marcha de la mano de quien fuera uno de los iniciadores de este proyecto que tiene que ver con la extracción de minerales, pero no se emplean elementos que puedan perjudicar al medio ambiente.
Gerardo Gallardón, responsable de “La Turba” de El Hoyo, dialogó con Suplemento “Meseta & Comarca” sobre la historia y este renacimiento. Volvió a ponerla en marcha acompañado por su hijo y por insistencia de quien fuera intendente, Mirco Szudruc.
Pero, qué es la turba?: La turba “es la tierra de los mallines que en algunos casos se convierte en turba, yo la comparo con los troncos petrificados, que después de muchos años pasa a ser de un vegetal a un mineral”, explicó Gallardón, al hacer alusión al predio. El mallín de donde se extrae la turba está a 600 metros de la planta industrial, sobre la Ruta Nacional 40, Kilómetro 1902, enfrente del ingreso al pueblo.
La comparación con los troncos petrificados “no es muy exacta pero así es el proceso, lo nuestro es una minería pero no es una minería convencional, sino que hay que sacar ese pasto, secarlo y ponerlo al sol, no hay un proceso especial. Una vez secado lo molemos un poco y el grado de molienda depende de para qué se va a usar”.
La turba tiene varios usos, mayormente para las plantas y es usado por empresas que trabajan con hidrocarburos: “No es un mejorador, es un sustrato; en vez de tierra uno tiene un producto que ya sabe lo que es, es un producto que requiere agua con mucha facilidad y cuando necesita la planta saca el agua de ahí adentro y cuando le sobra la chupa la turba. Y que la planta no se descomponga por exceso de agua”.
No había pueblo
En su momento de esplendor, La Turba contaba con 60 empleados. Antes de entrar en caída, recordó Gallardón, “tenía 60 personas. Trabajó desde el juez de paz, el actual intendente y la mayoría de la gente del pueblo, porque no había casi pueblo cuando comenzamos con la turbera, hablamos de principios de los 80. Primero hicimos pruebas, ensayos, empezamos sacando con carretillas y más o menos en 1984 comenzamos a trabajar con producción”.
“Hoy tenemos una planta industrial de la que nos hicimos cargo hace un mes, y tomamos unos 20 empleados, comenzamos a equiparnos. Necesitamos más maquinaria y más gente”.
Cuando empezamos “no había pueblo, sólo chacras, no había casas, solo una salita de primeros auxilios, una oficina con comisionado municipal y el pueblo se empezó a hacer, nosotros estábamos ahí y el pueblo empezó a desarrollar”. Los empleados empezaron a construir dentro del mismo predio.
Gallardón se desvinculó de La Turbera por casi dos décadas, se fue a vivir a Viedma, y “esto se reactiva gracias al ex intendente Szudruc. Hoy hay 22 empleados, en un pueblo como El Hoyo es muy importante. No hay otra actividad en El Hoyo que tenga tantos empleados como La Turba”.
Extracción
Adentro del mallín “hay una máquina excavadora, y pronto habrá dos. Estas máquinas sacan la turba como si fuera una pala. Cuando se saca, se la pone en una balsa, la balsa tiene una especie de molino y muele la turba. Eso entra con una bomba impulsora de agua y los caños de 300 metros, llegan a otra bomba impulsora que lo manda hasta la planta. En la planta se sacan los restos, el agua vuelve al mallín, se recicla, el mallín mantiene el nivel y siempre tiene agua”, explicó Gallardón.
Continuó: “Con una prensa se le saca el agua y la humedad que le queda y se lleva a camiones, a la planta industrial donde se realiza el secado al aire libre, y se embolsa; a veces hay fibras más largas y más cortas y se lo vende como turba a la gente que hace plantas, para frutales, para los grandes viveros, y productores de frutas finas y tulipanes”.
En estos momentos, tienen clientes en gran parte del país, y aspiran a recuperar clientes en el extranjero. Se comercializa desde Comodoro Rivadavia a Mendoza y San Juan. Y como sirve para empresas que derraman hidrocarburos, empresas petroleras son clientas de La Turba de El Hoyo.