Lo que prometía ser una noche de fútbol sudamericano se transformó en un caos total. El partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana fue cancelado por la Conmebol tras graves incidentes que incluyeron agresiones con palos, proyectiles y heridos de ambos bandos.
La tribuna del estadio Libertadores de América se convirtió en un campo de batalla, con fallas críticas en el operativo de seguridad.
El detonante: hinchas chilenos iniciaron los disturbios
Según testigos y fuentes policiales, los incidentes comenzaron durante el entretiempo. Hinchas de la Universidad de Chile, ubicados en la Tribuna Pavoni Alta, lanzaron butacas, proyectiles e incluso un inodoro hacia sectores locales. La respuesta de la barra de Independiente no se hizo esperar: ingresaron encapuchados y armados con palos a la tribuna visitante, desatando una batalla campal. La violencia escaló rápidamente, con agresiones físicas, desnudos forzados y hasta un hincha chileno que saltó al vacío para escapar de los golpes.
Fallas en el operativo: seguridad ausente y caos generalizado
A pesar de que el operativo contaba con 650 efectivos policiales y 150 agentes de seguridad privada, ninguno intervino a tiempo para frenar la violencia. La tribuna visitante quedó desprotegida, permitiendo que los disturbios se extendieran por más de 30 minutos. Las ambulancias trasladaron a decenas de heridos al Hospital Fiorito y Perón, mientras la Conmebol ordenaba la cancelación definitiva del partido. Fuentes oficiales confirmaron al menos 90 detenidos, todos hinchas chilenos.
Consecuencias: cancelación y futuras sanciones
La Conmebol emitió un comunicado oficial anunciando la cancelación del partido debido a la «falta de garantías de seguridad». El caso será derivado a los órganos judiciales del ente para determinar sanciones, que podrían incluir la eliminación de ambos clubes de la competencia. Mientras tanto, las autoridades argentinas y chilenas trabajan para asistir a los heridos y garantizar el retorno seguro de los hinchas visitantes.
Otra mancha negra para el fútbol sudamericano
Este episodio de violencia extrema no solo enlutece la Copa Sudamericana, sino que evidencia la incapacidad de los organismos y clubes para garantizar seguridad en los estadios. La condena es unánime, pero las soluciones parecen lejanas. Mientras la justicia investiga, el fútbol llora otra noche perdida. Información extraída del medio Clarin80.




