En las últimas horas, el avistaje de ballenas del Área Natural Protegida Península Valdés obtuvo el premio World Travel Award 2019, como “Destino de avistaje de ballenas líder en Sudamérica 2019”, lo que le permitirá competir en el mes de noviembre con destinos similares del resto del mundo.
EL CHUBUT dialogó con dos pioneros del avistaje como Adalberto “Peke” Sosa y Jorge Schmid, quienes demostraron su alegría ante tan merecido premio: “Para nosotros es muy importante, después de 50 años nosotros hemos desarrollado una técnica que ha dado muy buenos resultados, sobre todo para la conservación de las ballenas. Además, no solo la técnica del avistaje en sí, sino la forma de embarcar a los pasajeros es muy segura, realmente hemos desarrollado un sistema que nos ha dado muy buenos resultados”, dijo Schmid, titular de la empresa Punta Ballena.
LOS PIONEROS
Por su parte, Peke Sosa recordó que comenzaron con los avistajes “cuando lo llevé a Roger Payne en el año 1970 para que conociera a la ballena franca del sur. Yo era guardafauna de Punta Loma y en las charlas él hablaba de que la ballena iba a ser el futuro si se hacía el avistaje. Los primeros que empezaron con lanchas fueron Mariano Van Gelderen y Jorge Schmid y en el año 82 se hizo una reunión muy importante para empezar a regular el avistaje de ballenas”.
EL MAS VISITADO
Schmid no dudó en afirmar que Pirámides es el lugar más visitado del continente para hacer avistaje de ballenas: “Nosotros, en los últimos años, estamos manejando un promedio de 100 a 110 mil turistas al año, entre todas las empresas que están trabajando con este sistema. Es un número importante, hay que pensar que el primer año que lo hicimos con Mariano Van Gelderen llevamos a siete personas en todo el año”.
DIFERENTES
En cuanto al sistema que se utiliza en el Golfo Nuevo y su diferenciación con avistajes que se realizan en otras partes del mundo, el propietario de Punta Ballena contó: “Yo he hecho avistajes en otros lugares del mundo y ellos tratan de copiar todo nuestro sistema porque es el que más resultado ha dado en el mundo. La cantidad de embarcaciones, la aproximación y respeto a las ballenas, por dónde acercarse para que no se molesten, todos tratan de copiarnos, cosa que es muy buena”. En el mismo sentido, Sosa destacó la manera en que se puede hacer el avistaje con pocas embarcaciones y atender a todos los turistas; segundo, es el lugar más protegido, el más cercano, mientras que en otros lugares hay que navegar bastante tiempo” y agregó que “es un combo entre Prefectura, Gobierno, prestadores, investigadores y agencias de viajes”.