Sin embargo permanecen allí, despidiendo olores nauseabundos. A todo este escenario capitalino, se le suma el caos que es de público conocimiento, con oficinas municipales cerradas porque su personal está cumpliendo medidas de fuerza por falta de pago, acampes, ollas populares y demás manifestaciones.
En algunos hogares, vecinos contaron que juntan la basura durante algunos días para luego llevarla directamente el Girsu y evitar acumular residuos en sus hogares, para evitar el peligro para la salud que ello implicaría.
Otros, más organizados, eligieron el mismo camino pero de manera comunitaria, ya que se juntan varios vecinos para «hacer el mismo trámite».
En cambio, otros llevan sus bolsas de residuos a los contenedores, pero deben ingeniárselas para que éstas no caigan al piso ya que los volquetes están más que colapsados, así lo informó El Chubut.
Todo un panorama que nunca se vio en la dimensión en que hoy está Rawson. Las oficinas municipales paralizadas, la Casa de Gobierno de la Provincia sitiada con ollas populares, manifestaciones frente al Municipio y nadie sabe lo que va a suceder la próxima semana cuando el martes el sueldo del mes de julio no esté depositado para el personal docente y del estado provincial, que de acuerdo al anuncio de las dirigencias gremiales, la situación seguirá siendo incierta, con profundización de las medidas de protesta.