Un equipo internacional de biólogos señaló que una dieta baja en azúcar podría mantener a raya algunos cánceres.
El estudio, publicado hoy en la revista Cell Reports, señala que restringir los niveles de glucosa en sangre en ratones con un cierto tipo de cáncer pulmonar evitó que los tumores avanzaran.
El equipo encabezado por científicos de la Universidad de Texas en Dallas (UT Dallas) alimentó a los ratones con una dieta cetogénica, muy baja en azúcar, y les administró un medicamento para la diabetes que evita que la glucosa en la sangre sea reabsorbida por los riñones.
Los investigadores encontraron que se inhibió el crecimiento de los tumores de carcinoma de células escamosas en los ratones con cáncer pulmonar, aunque no se redujeron.
«El hallazgo clave de nuestro nuevo estudio con ratones es que la dieta cetogénica por sí sola sí tiene cierto efecto inhibidor del crecimiento del tumor en el cáncer de células escamosas», dijo Jung-Whan Kim, autor del documento y profesor asistente de ciencias biológicas de UT Dallas.
Los investigadores también encontraron una fuerte correlación entre una concentración más alta de glucosa en sangre y un peor nivel de supervivencia entre los pacientes con carcinoma de células escamosas.
Pero la restricción de la glucosa no tuvo efecto alguno sobre los cánceres no escamosos, se indicó en la investigación preclínica.
«Nuestros resultados indican que este enfoque es específico para ciertos tipos de cánceres, No podemos generalizar para todos los tipos», dijo Kim.
Aunque se sospecha que muchos tipos de células cancerosas dependen mucho del azúcar como su fuente de energía, el equipo de Kim encontró que el carcinoma de células escamosas es notablemente más dependiente que otros tipos de cánceres, señala el estudio.