Tres testigos coincidieron que las ventas de terrenos que realizaron tenía un común denominador: Diego Luthers era el encargado de hacer las operaciones, llevaba la plata en una mochila o en un morral y en algunos casos trasladaba una máquina contadora de billetes por las grandes sumas.
En la jornada de ayer declararon 16 testigos que respondieron interrogantes vinculados a las contrataciones en el área de Obras Públicas provincial, el recorrido de los expedientes hasta llegar a su etapa final de pago y representantes de inmobiliarias y escribanías que transparentaron operaciones de venta de terrenos, entre otros.
La testigo María Miñán, dueña de una chacra en la ciudad de Trelew, relató en forma breve pero concisa sobre la venta de ese terreno.
«Yo tenía un lote, lo queríamos vender y un día se presentó un comprador», señaló Miñán, quien remarcó que al único imputado que conocía de la audiencia era a Luthers.
Sobre la forma de pago, Miñán fue categórica: «Luthers traía la plata en una mochila con 1 millón de pesos».
Daniel Sosa, otro de los testigos, describió una situación similar: «En 2017 le vendí un lote al señor Diego Luthers. Me contactó telefónicamente por la venta, hicimos las tratativas y concretamos la operación». Sosa confirmó que en las negociaciones por el terreno «Luthers me pidió un descuento», que finalmente fue acordado.
Una de las frases más contundentes de la audiencia de ayer la aportó Sosa: «El precio fue de $ 400.000, me lo pagó en efectivo y lo contó con una máquina que había llevado y que cuenta billetes». Y dijo: «Era mucha plata para ese momento».
El testigo César Pedernera, dueño del terreno en el que se comenzó a construir los consultorios médicos con sala de internación y rayos de Mezeta Consulting, distinguió una maniobra similar a las de Miñán y Sosa.
«Vendimos el lote a $ 250.000 y lo pagaron en efectivo. El dinero lo llevaron en un morral», afirmó Pedernera.
CAMBIABAN CHEQUES Y LLEVABAN EL DINERO EN BOLSAS
El chofer del Gobierno, Daniel Arrative, reseñó en su declaración que por orden de Diego Luthers cambiaba cheques en el Banco del Chubut por una suma que iba de $ 20.000 y hasta $ 50.000 y el dinero lo transportaba en bolsas para entregárselos a los exfuncionarios de Unidad Gobernador.
«Iba al Banco del Chubut a llevar cheques y cambiarlos por plata», aseguró Arrative, quien agregó que los fondos «se entregaba en mano a Luthers». Confesó que estas operaciones «las habré hecho 10 veces» y recalcó que «hasta me tocó firmar cheques».
«Los cheques eran entre 20.000 y 50.000 pesos. El dinero lo transportaba en una bolsa», ilustró el chofer, que además reconoció que le entregó cheques a Daniela Souza por orden de Luthers. También trasladó un sobre al estudio contable de Federico Gatica, aunque dijo que no sabía lo que contenía en su interior.
UNA NOTA REPLICADA EN CINCO EXPEDIENTES
El exfuncionario de la cartera de Infraestructura, Adrián Márcico, aseveró que solo firmó un solo expediente de cinco, fundamentando que la obra debía hacerse por contratación directa y no por Administración.
Sin embargo, fotocopiaron el acta y lo replicaron en otros cuatro para que Dual Core se quede con la reparación de viviendas oficiales.
Los fiscales exhibieron cinco expedientes idénticos con las mismas notas y la misma firma y Márcico advirtió que «había firmado uno solo, el resto son fotocopias».
«Yo firmé un solo expediente de los cinco, los otros cuatro fueron copias idénticas con mi firma fotocopiada», insistió Márcico, quien dejó al desnudo el modus operandi de la banda.
En la misma sintonía, otro de los testigos que se desempeñó en Obras Públicas, Raúl Martínez, precisó que «a la empresa la representaba Juan Carlos Ramón. Lo conocía porque estaba en la dirección en la que yo me desempeño». Asimismo, agregó que la persona que firmaba por Dual Core «era Daniela Souza y Ramón».
Explicó que las obras que supervisó y que realizó Dual Core «estaban hechas correctamente». El defensor Omar López, que patrocina a Ramón, dio cuenta que en ninguna de las obras existieron sobreprecios.
Por su parte, Mario Owen a cargo de la Contaduría General de la Provincia, explicó en forma técnica los procesos para concretar pagos.
«LOS EXPEDIENTES YA VENÍAN ARMADOS»
El funcionario de la Dirección General de Administración, Fernando Matanzo, testificó en la audiencia de ayer y explicó en forma precisa y detallada el camino que atraviesa un expediente hasta llegar a la etapa final de pago. «Los expedientes que me llegaban ya venían armados. La empresa ya estaba contratada», declaró Matanzo.
En el caso particular de Sepat, «Alarcón enviaba un memo por la contratación de sonido por tal monto en tal localidad», esbozó el testigo y añadió con respecto a Dual Core que durante su desempeño como Tesorero «llegaron órdenes de pago para Dual Core por reparar viviendas».
Durante su testimonio, Matanzo revisó varios expedientes que entregó fiscalía con contrataciones a las empresas Dual Core y Sepat que contenían autorizaciones de Correa y Oscar «Chito» Alarcón.
Matanzo describió que Luthers «me pidió asesoramiento para ver cómo tenía que hacer el trámite para un trabajo que ya se había hecho». No obstante, dijo que «hubo varios casos en donde no había acto administrativo, pero los trabajos ya se habían realizado».