La joven de 18 años había salido de trabajar el miércoles a la noche de Monte Grande y se tomó un colectivo de la línea 501 para regresar a su casa. «De acá no te bajás, flaca», le dijo el chofer, según deunció la joven.
El colectivo iba vacío cuando Camila subió. El conductor no quiso cobrarle el boleto y cuando ella se sentó fue que le advirtió que ya no podría bajarse. Después, apagó las luces de la unidad y manejó al menos 10 minutos sin frenar.
De acuerdo a lo informado por TN, cuando pasó de largo por la tercer parada ella entendió que realmente estaba en peligro y le mandó un mensaje a su mamá por WhatsApp para pedirle ayuda. «Encima no para en ninguna parada. Ya estoy por llegar, por favor. Ya estoy por la virgencita. Por fa, andá a la parada ahora», le escribió desesperada.
Minutos antes de llegar a su destino, Camila se levantó de su asiento y vio por la ventana a su mamá y a sus dos hermanos. Tocó el timbre con insistencia, pero sólo consiguió que el chofer acelerara aún más.
Su familia también la había identificado a ella arriba del colectivo y uno de sus hermanos le tiró una piedra. Durante esa distracción del chofer, la joven logró correr hasta el fondo del vehículo y saltar por la ventana.
«Caí en medio de la calle. Había autos pasando, podría haberme muerto. Rodé hasta la vereda para quedar a salvo», relató la joven a Crónica.