En el mundo se estima que cada año 140 mil personas son diagnosticadas con glioblastoma multiforme, el cual es considerado como el tumor cerebral más común y mortal que existe y para el que hay muy pocas opciones de tratamiento que den al paciente una sobrevida libre de progresión de la enfermedad.
Por lo anterior, neurocirujanos del Hospital Houston Methodist realizaron dos ensayos clínicos en donde estudian el uso del virus del herpes y del resfriado común como tratamiento contra el glioblastoma y los astrocitomas anaplásicos, otro tipo de tumor del sistema nervioso central, que también es una de las formas más letales de cáncer cerebral.
Durante un estudio previo, realizado con 48 pacientes, el Dr. David Baskin, neurocirujano del Hospital Houston Methodist, y su equipo de trabajo, incrementaron en 26% el número de pacientes que tuvieron una sobrevida de tres o más años.
Gracias a estos resultados, el Hospital Houston Methodist lanzó dos ensayos clínicos que ofrecerán a los pacientes con glioblastoma y astrocitoma anaplásico esta inmunoterapia con una dosis cinco veces mayor a la utilizada en el estudio anterior.
Los glioblastomas y los astrocitomas anaplásicos tienen un núcleo tumoral que se puede extirpar durante la cirugía, pero, de acuerdo con los especialistas, muchas ramificaciones de rápido crecimiento son imposibles de eliminar con seguridad.
Como parte de estos ensayos clínicos, el ADN del virus del herpes inactivo se combina con el virus del resfriado común y se inyecta en el tejido cerebral que rodea el área donde estaba el núcleo del tumor. Luego, el virus se propaga a través de las ramificaciones tumorales restantes que no se pueden eliminar con la cirugía.
“Elegimos el virus del resfriado común como nuestro vehículo debido a su capacidad para propagarse rápidamente y llegar a muchas de las células tumorales restantes”, explicó el Dr. Baskin, director del Houston Methodist Kenneth R. Peak Brain & Pituitary Tumor Treatment Center. “El ADN del herpes sirve como un objetivo.”
Un día después de la cirugía, los pacientes comienzan un tratamiento de 14 días que destruye las células que contienen el ADN del herpes. En este caso, el medicamento mata muchas de las células restantes del glioblastoma y del astrocitoma anaplásico, que ahora contienen el ADN del herpes. Los pacientes también comenzarán radioterapia temprana para aumentar el efecto del medicamento contra el virus del herpes.
El estándar actual de atención es atacar las células tumorales que se quedan después de la quimioterapia y la radiación. Las tasas de supervivencia son del 64% al año, 28% a los dos años y 6% a los tres años, ya que los glioblastomas y los astrocitomas anaplásicos vuelven a crecer rápidamente.
En el último ensayo clínico la tasa de supervivencia para los pacientes con glioblastomas y astrocitomas anaplásicos recién diagnosticados aumentó de uno, dos y tres años a 90, 53 y 32%, respectivamente.
Originalmente, se proyectó que uno de los 48 pacientes del primer estudio viviría menos de tres meses. Ahora es un sobreviviente de glioblastoma con 11 años sin tumor visible en las imágenes por resonancia magnética.
“Queremos que todas las personas diagnosticadas con glioblastoma tengan una historia de supervivencia como ésta, por lo que, en estos ensayos, estamos incrementando la dosis de la combinación del ADN del virus de herpes administrada durante la cirugía en cinco veces más que la dosis administrada en el estudio anterior.”
El Dr. Baskin explicó que, “este es nuestro primer golpe contra el tumor. Creemos que este aumento en la dosis será letal para los tumores, lo que hará que éstos se reduzcan y finalmente desaparezcan.”