El equipo que la atiende cree que trasladarla ahora podría complicar su estado de salud; la joven continúa el tratamiento sin estar internada y se aloja junto con Cristina en un hotel de La Habana; la expresidenta se queda hasta el jueves.
Florencia Kirchner responde positivamente al tratamiento que recibe en una clínica cubana, pero su equipo médico mantiene la recomendación de que la hija de la senadora y candidata a vicepresidenta por el Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, debe permanecer en Cuba. Coinciden en que abandonar ese país supondría un riesgo grave para su salud, según informaron a La Nación.
La situación de Florencia mejoró desde que se internó, en febrero pasado, en una clínica cubana para tratarse de dolencias físicas, aseguraron las fuentes, quienes manifestaron que, a pesar de esa realidad, el consenso médico es que ella todavía no está en condiciones de volver a la Argentina.
Florencia sigue en tratamiento, aunque ya no pasa todo el día dentro de la clínica que la atiende, donde se le realizan, durante horas, terapia física y psicológica y un tratamiento médico especializado.
De hecho, las fuentes aseguran que pasa los días con su madre, Cristina, que está de visita en La Habana para ver a su hija, en un hotel capitalino. Antes del fin de semana la expresidenta pidió a la Justicia autorización para extender su presencia en Cuba hasta el jueves.
El motivo de la visita de la senadora no fue una recaída de la joven, sino que la expresidenta entiende que debe centrar sus esfuerzos en la campaña política de cara a las elecciones, lo que le quitará tiempo para ver a su hija en las próximas semanas, por lo que aprovechó el fin de semana para compartir con ella en Cuba y se marchará el jueves.
Según la postura de los médicos cubanos, la joven padece serios problemas circulatorios que podrían complicarse y poner en riesgo su vida de tomar un avión, por la presión de la cabina y las horas que tendría que estar cuasi inmobilizada. «Su enfermedad es real, es un hecho», dijo una de las fuentes consultadas.
Las patologías diagnosticadas
El informe médico dado a conocer por Fernández de Kirchner y por la prensa oficial cubana, sostiene que Florencia padece de linfedema ligero de miembros inferiores, polineuropatía sensitiva desmienilizante, síndrome purpúrico, amenorrea y bajo peso corporal.
El linfedema, según la reputada Clínica Mayo de Estados Unidos, «es una hinchazón que, por lo general, aparece en uno de los brazos o de las piernas. A veces se hinchan ambos brazos o ambas piernas… Si bien en la actualidad no existe una cura para el linfedema, puede controlarse con un diagnóstico temprano y una atención esmerada del miembro afectado».
Mientras, la polineuropatía sensitiva desmienilizante, según el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos de Estados Unidos, «es un trastorno neurológico caracterizado por debilidad progresiva y función sensorial alterada en las piernas y los brazos».
Según el organismo, «el trastorno, que en ocasiones se denomina polineuropatía crónica recurrente, es causado por daño en la vaina de la mielina (la cubierta grasa que cubre y protege las fibras nerviosas) de los nervios periféricos».
Por su parte, el síndrome purpúrrico o «púrpura de Henoch-Schönlein», según la Clínica Mayo, «es un trastorno que provoca inflamación y sangrado en los vasos sanguíneos pequeños de la piel, las articulaciones, los intestinos y los riñones».
Después agrega que «la característica más sobresaliente de la púrpura de Henoch-Schönlein es una erupción cutánea de color violáceo que aparece típicamente en la parte inferior de las piernas y los glúteos. La púrpura de Henoch-Schönlein también puede provocar dolor abdominal y en las articulaciones. La afección normalmente mejora por sí sola. Generalmente, se necesita atención médica si el trastorno afecta los riñones».
Por su parte, la amenorrea es la ausencia del período menstrual regular, mientras que el bajo peso corporal ha sido adjudicado a la que es, según las fuentes que aseguran conocer del caso, la mayor preocupación del diagnóstico de Florencia, que es el padecimiento de estrés postraumático.
«El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad de salud mental desencadenada por un evento aterrador, ya sea que lo hayas experimentado o presenciado. Los síntomas pueden comprender reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre el evento», dice la Clínica Mayo sobre esa condición.