Karina Breckle, su directora, adelantó que el próximo gran proceso por corrupción no se hará en la sala de audiencias habitual debido a la cantidad de imputados. Contó detalles del juicio que se termina y destacó el esfuerzo del personal, que pese al paro trabajó para que los casos no se estancaran.
La Oficina Judicial de Rawson busca lugar para el juicio oral y público por el Caso Revelación. Ya saben que la sala de audiencias 2, donde hoy se debate El Embrujo, quedará chica. Dos opciones para el año próximo son el Tribunal de Cuentas y el Retiro Espiritual Salesiano, donde se concretaron las recordadas audiencias por el asalto al cajero en la capital.
El dato lo adelantó Karina Breckle, directora de la OJ. Hasta ahora irán a juicio 17 imputados. La audiencia preliminar de Revelación sí será en la sede actual porque el Código de Procedimientos permite que los acusados de otras ciudades estén presentes por videoconferencia. No para el debate.
En cuanto a El Embrujo, mañana a las 9 serán los alegatos de las defensas. Las exposiciones anteriores de Fiscalía y de las querellas destacaron al personal de la OJ, atentos para tener a disposición desde un caramelo hasta la documentación.
Cuando las causas por corrupción se acumularon “hubo que comprar tecnología. Teníamos un sistema de videoconferencia básico pero con el nuevo, de los más adelantados, pudimos conectar hasta tres puntos. Sin eso no hubiésemos podido, por ejemplo, conectarnos con España de una forma tan fácil”, explicó Breckle. Costó $ 350 mil. También una consola de 12 micrófonos; la mayoría de las salas tienen solo de 4.
“Si uno se mueve a otro lugar, no puede desarmar toda su sala. Y se necesitan redes, wi-fi y muchos otros requerimientos que si no, hay que alquilar”.
Si hay condenas en El Embrujo, la Judicatura y el Ministerio Público Fiscal elevarán sus informes de gastos extraordinarios para incluir en las costas, incluyendo las pericias, que exceden la tasa de justicia. El primer cálculo fue de $ 20 millones. Pero hay dinero que no estaba previsto. Por eso el juicio costará más que esa cifra.
Breckle recordó que “debimos cambiar la estructura para poder dar respuesta a audiencias de este tipo”. En 2018, las primeras fueron en el Superior Tribunal de Justicia. “Buscar un lugar de dimensiones especiales también es un costo y un cambio. Cuando las causas se empiezan a disparar no pudimos dar respuesta, hasta ese momento Rawson posiblemente tuviera algún hecho grande que necesitara algún requerimiento especial y salíamos a buscarlo, pero ahora era todos los días y para mucha gente”. Se encontró una casa de familia que se cableó y se readecuó.
Una carpeta promedio incluye la audiencia de apertura de investigación, la preliminar al juicio y el debate, además de alguna incidencia. Pero El Embrujo ya tuvo más de 100 cien audiencias y el juez Sergio Piñeda fue el magistrado de la provincia con más horas en sala el año pasado, y por mucha diferencia. “Esto hace que la carpeta tenga costo adicional de traslado porque están todos en distintos lugares de detención”.
La directora destacó que el Superior Tribunal de Justicia haya decidido sortear a los jueces de la causa. “Es un gasto que se ve, porque hay que trasladarlos y darles hotel”. Lo contrario era gasto “que no se ve, porque traer magistrados de Trelew era afectar la agenda de esa circunscripción ya que iban a estar mucho tiempo acá, donde no es una causa sino 14 y siguen entrando”.
Breckle explicó que “si tenía una seguidilla de 3 o 6 magistrados haciendo debates de estas características, en Rawson los delitos comunes que tanto le interesan al vecino no iban a tener respuesta”.
En este sentido “era estropear otra circunscripción porque los jueces iba a estar permanentemente metidos en sala”. El sorteo público “aportó trasparencia porque son 3 jueces que se conocieron acá y debaten cada punto”. De otra forma “había dos Oficinas que hasta dentro de dos años no hubieran podido dar el servicio de justicia común y habitual”.
La jueza Marcela Pérez llega a Rawson en su coche desde Puerto Madryn un día antes de cada audiencia. A Alejandro Soñís y Claudio Rolón los busca un chofer. “Ofrecieron venir en su coche pero podía haber problemas de seguro”. Se quedan en un hotel y se les brinda un vehículo para que se muevan en el Valle, “como comprar comida en Playa Unión un martes a las 22”.
Breckle explicó que “hay que cuidar los recursos y gestionarlos para que todo salga un precio razonable. Hasta peleamos el precio de las viandas para buscar el menor gasto posible”.
El personal no hizo paro para que el juicio se hiciera. “Les agradezco mucho porque distinguieron esta causa para colaborar. Eso hizo que contemos con personal estable”.
“Somos la Oficina Judicial más chica aunque tengo más causas y de más entidad, por ejemplo, que Sarmiento”, agregó. Son 9 empleados y no era posible organizar dos turnos para mañana y tarde. Hubo días que trabajaron hasta 18 horas, incluso domingos. “Debimos aprender y hacer varias cosas nosotros, es un trabajo extra y enorme pero lo hicimos bien”.
En cada cuarto intermedio los detenidos se van a un lugar aparte con comida que costea la Jefatura de Policía. “La OJ ni la Judicatura se iban a hacer cargo de ese costo porque no corresponde. Se ofició al jefe haciéndole saber que debían sacarlos de este ámbito porque si no, son muchos policías para cuidarlos”.
-¿Cómo toma los elogios de las partes?
-A mi sueldo lo paga el vecino y lo devuelvo de esta manera, tratando de hacer la mejor labor. Es una satisfacción personal y un orgullo por el personal, que responde de la misma manera, así lo informó Diario Jornada.
La funcionaria destacó que en causas como El Embrujo, “los imputados tienen una cantidad de requerimientos diarios diez mayor a cualquier detenido”.
Hay carpetas con 12 cuerpos “que fueron pedidos que pasan por la OJ, para que resuelva el juez o la Dirección, con peticiones lógicas hasta descabelladas; todo se resolvió bastante en tiempo”. El margen de error es pequeño y si se comete “siempre se sobredimensiona porque les sirve a las defensas, al fiscal o al juez, como una fecha mal puesta, un horario, un detenido que no vino a horario o una notificación que quedó en la puerta. Trabajar eso es una presión extra. Muchas veces cuando uno cree que la última hoja de la carpeta está para proveer, se da cuenta de que entraron otras cinco hojas”.