Australia aprobó este jueves una ley que establece sanciones a aquellas personas que tengan a sus mascotas encerradas durante más de 24 horas y no los saquen a pasear. Con esta normativa, el Territorio de la Capital Australiana (ATC, por sus siglas en inglés) se ha convertido en el primero en cambiar el estatus de los animales. Serán reconocidos como «seres sintientes» y no como una «propiedad».
La ley, que dice el periódico español ABC, entrará en vigor en los próximos seis meses, vela por el bienestar animal aunque con algunas excepciones para gallineros, pájaros enjaulados o gatos. No obstante, la normativa no solo regula el paseo de las mascotas o su libertad, sino en atender todas sus necesidades.
También regula el cuidado del animal, ya que se plantean sanciones para quien no alimente a sus animales ni faciliten un refugio y un entorno limpio e higiénico y atención médica.
También se contemplan penas de cárcel si se pone en riesgo el bienestar animal. Por ejemplo, si un propietario permite que las uñas de su perro o gato crezcan demasiado o si la piel del animal se ha llenado de pulgas por un cuidado deficiente.
«Lo que hemos hecho hoy reconociendo la sensibilidad de los animales es reconocer algo que ya sabíamos», explicó el ministro de servicios de Canberra, Chris Steel, a la cadena ABC Australia.
Establece multas de hasta 48.000 dólares y tres años de cárcel para quienes participen en actividades violentas con animales.
Además, las tiendas de mascotas y los criaderos también tienen cabida en esta ley. Habrá restricciones y sanciones para los propietarios de estos negocios y se han establecido multas de hasta 48.000 dólares (43.874 euros) y tres años de cárcel para quienes participen en actividades violentas con animales como peleas de perros.
Para controlar que la normativa se cumple han incluido «inspectores de bienestar animal». Tendrán potestad para pedir a los dueños de los animales sus datos personales, y negarse a facilitarlos podrá suponer una multa de hasta 2.400 dólares.