Barcelona vivió su tercer día de protestas violentas. El jefe de Gobierno se reunió con los líderes de los principales partidos políticos para analizar la crisis.
Acorralado, al presidente español en funciones, el socialdemócrata Pedro Sánchez, le queda cada vez menos margen de maniobra para demorar una decisión contundente sobre la cuestión catalana.
Barcelona vivió su tercer día de protestas incandescentes y violentas y Sánchez se reunió con los líderes de los principales partidos políticos para analizar la crisis en Cataluña: lo visitaron en La Moncloa Pablo Casado, el presidente del Partido Popular;Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, y Pablo Iglesias, el secretario general de Unidas Podemos.
Y aunque Pedro Sánchez no descartó “ningún escenario”, por ahora se inclina por no tomar ninguna medida extraordinaria como sería castigar la violencia que el gobierno catalán no condena abiertamente con la intervención en la autonomía.
“Hago un llamamiento a la serenidad y templanza -repitió Pedro Sánchez a través de las redes sociales sobre el final del día, cerca de la medianoche-. El gobierno de España garantizará los derechos y libertades de todos y todas desde la firmeza democrática, la unidad y la proporcionalidad». Y agregó: “La moderación en la respuesta es también una forma de fortaleza”.
El líder del PP, sin embargo, le pidió a Sánchez que advierta al presidente catalán Quim Torraque cumpla la Constitución, medida previa a la aplicación del artículo 155 que habilita la intervención en una autonomía desobediente. Fue el ex presidente del PP Mariano Rajoy el primero que lo aplicó en Cataluña en 2017, luego de que el ex presidente Carles Puigdemonty su gabinete declararan unilateralmente la independencia de Cataluña.
Según Casado, el gobierno en funciones debería aplicar la ley de seguridad nacional, solicitud que Pedro Sánchez descarta por ahora.
Casado expresó su voluntad, además, de que la Fiscalía intervenga contra Torra, contra el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, contra los movimientos soberanistas CDR y Tsunami Democráticopor haber cometido delitos de “estragos, desórdenes y atentados contra la autoridad”.
“Emergencia nacional”, definió la situación que se vive en Cataluña Albert Rivera, el líder del liberal Ciudadanos.
“Hay que blindar Cataluña ante el tsunami de violencia”, agregó luego de haber conversado con Sánchez durante 40 minutos. Rivera, que es catalán y ayer sufrió agresiones, pidió además la renuncia del presidente de la Generalitat, Quim Torra. “Es un president que corta autopistas”, ironizó en referencia a la participación de Torra en un tramo de una de las marchas por la libertad que el independentismo lanzó ayer desde cinco puntos de Cataluña y que van a confluir el viernes aquí, en Barcelona.
“Lo que toca en Cataluña es empatía, diálogo y en el marco de la ley buscar soluciones políticas”, le dijo, en cambio, al presidente Sánchez el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien se opone a la aplicación del artículo 155 en la autonomía catalana.
El gobierno en funciones insiste en moverse con el freno de mano. Por ahora: “No renunciamos a ningún recurso pero en estos momentos no se dan los supuestos para aplicar la ley de seguridad nacional ni el 155 -aclaró el ministro de Fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Abalos-. Desde luego no se alcanzaría el nivel de espectacularidad que pretende la derecha, porque es un procedimiento que tiene que seguir sus pasos. Sabemos que la ultraderecha está afanosamente marcando los límites”.
Vox, el partido más a la derecha de la derecha española, anunció que iniciará los procedimientos necesarios para que la Diputación permanente, la que funciona en períodos como el actual, cuando el Parlamento se disuelve ante un escenario de repetición electoral como el que enfrentará España el 10 de noviembre, para que se aplique el artículo 116 que regula los estados de alarma, de excepción y de sitio, informó El Clarín.