Ignacio de Asúa tuvo una educación de elite y trabaja en terapia intensiva del prestigioso Heartlands Hospital. En sólo dos meses superó los 30 mil seguidores.
«Vos sos re hippie con Osde». Ignacio de Asúa escuchó la frase en boca de un compañero de residencia durante una guardia. No era prejuicio. «Era joda y quedó», recuerda. Era el humor de un amigo que lo veía viajando con el ambo en el subte y sabía que había hecho la primaria en Boston, Estados Unidos, que hablaba varios idiomas -porque también vivió en Alemania-, que comenzaría una especialización de elite en Oxford, Inglaterra, y que, «así y todo», hacía las mismas cosas que él, que sí o sí tenía que viajar en transporte público.
Hoy, a los 35, Ignacio vive en la zona 1 de Londres, la más turística, es médico de terapia intensivaen el prestigioso Heartlands Hospital, y, a la vez, es@unhippieconosde, como llamó a la cuenta de Instagram en la que muestra su vida en la paqueta ciudad inglesa, pero con «hippie tips».
Sus consejos van desde elcouchsurfing para turistas que quieran dormir gratis en el sillón de una casa y retribuir a futuro de la misma manera a quien los alojó -en especial, dice, cuando «sos teen y no tenés libras»-, hasta posteos sobre cuándo es el mejor momento para comprar un pasaje: «los lunes, en general, es el día más caro para salir así como el viernes para volver», detalla.
Abrió la cuenta de Instagram en julio de 2018 y, en un par de meses, superó los 30 mil seguidores.
«Como hice algunos trabajos de fotos para marketing, esos clientes tienen las analíticas de influencers y me dijeron que fue la cuenta con más crecimiento en tan poco tiempo de la región. No sé cómo llegaron a esa conclusión, pero sí me sorprendí un día respondiendo DMs de gente que no conozco y me pregunta cosas personales. Es que mi cuenta es personal, hablo desde mí, no hago posteos turísticos, aunque estoy en el segmento de blog de viajes», cuenta Ignacio a Clarín. Está a punto de volver a Inglaterra donde vive desde 2012, tras estar un mes de visita en la Argentina.
«¿Ignacio no te parece medio infantil tu cuenta para un médico de tu edad y trayectoria?», fue uno de esos mensajes directos que recibió. «Hoy por la mañana le dije a una madre que su hijo de 15 años murió, abrí el tórax de un accidentado y atendí tres infartos. Si no juego un poco fuera del trabajo…terminaría en un psiquiátrico«, contestó y compartió ese chat como historia destacada.
«Por ahora logré canjes con algunas marcas, pero no vi un peso«, aclara respecto de la monetización de la cuenta. «Es más contenido social que promoción de productos o servicios», suma.
La cuestión de que sea médico -en 2015 ya estaba trabajando en el helicóptero ambulancia de Londres- llama mucho la atención a sus seguidores. ¿Por qué escribís tan bien?, ¿Por qué sacás tan buenas fotos?, ¿De qué vivís?, ¿Cómo aprendiste así de bien el inglés británico?, indagan. Las respuestas recorren toda su vida.
Ignacio estudió medicina en el CEMIC de Buenos Aires e hizo la especialización de terapia intensiva en Oxford, Inglaterra, donde de adolescente también había vivido por el trabajo de su padre, que es médico e investigador. Aunque su educación primaria fue en los Estados Unidos, cuando habla con Claríny menciona lugares londinenses, su acento britishes impecable.
«Me causó mucha gracia que una vez me escribió una profesora de inglés en Argentina para decirme que usaba mis posteos como ejercicios para sus alumnos. En un viaje a Buenos Aires fui visitarla en la clase para que los chicos, de 13 a 16 años, practicaran conversación, fue muy lindo», recuerda.
¿Y las fotos? Un hobbie que terminó profesionalizando y hoy atrae a todos. «Sólo me hice Instagram para seguir a fotógrafos que admiro -como Steve McCurry, conocido por ser el autor de la foto La niña afgana- y alguien me dijo que tenía que subir mis fotos porque ‘estaban buenas’. Terminé estudiando en la London School of Photography.»
Ignacio hace fotografía narrativa. «¿Viste que en Instagram es todo feliz y con filtros? Bueno no, yo a veces soy melancólico y muestro desde una foto mi infancia en Villa Urquiza, por ejemplo. O a partir de una foto en Inglaterra o San Telmo cuento una historia en el caption. No es ficción, nunca estudié nada de Literatura, sólo cuento mi experiencia en un lugar a través de una foto y un relato novelizado. Así la gente se enganchó y después quieren ir a visitar ese lugar», detalla.
Conoce bien quiénes lo siguen: el 98% es de Argentina; el 80% es mujer; y el 85% reside en la Ciudad de Buenos Aires.
«Es increíble cómo podés conocer todas esas cosas desde las estadísticas de Instagram. Y no te puedo decir por qué son las mujeres las que me siguen. Yo no apuntaba en particular a ellas con la cuenta, sino a amantes de viajes en general, y así se dio.» En el instameet -como se llama al encuentro entre los instagramers y sus seguidores- que tuvo lugar en Café La Poesía, uno de los llamados «bares notables» de la Ciudad, comprobó quetienen «entre 25 y 35 años».
Volviendo a los viajes, Ignacio de verdad es lo que se conoce como un hippie con Osde. Nunca fue a un all inclusive, nunca se fue de vacaciones comprando un paquete. Por eso, dice,el contenido que sube es «muy antiturístico» en el sentido de «viajar con todas las comodidades».
Él elige siempre el modolow cost. «En los hippie tipshablo de cosas que yo hice, como el couchsurfing, los hostels, buscar en modo incógnito en Google un pasaje para evitar que la cookies te inflen el precio. Así explico cómo los argentinos pueden viajar pese a la crisis«, detalla.
La matrícula que obtuvo en Oxford le permite ejercer en todo el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda y su sueldo lo paga la National Health Systems, la prestigiosa entidad de salud pública. Pero, lejos de quedarse cerca de la Oxford Circus -la calle más espectacular de Londres-, Ignacio se fue un año a vivir a Birmingham.
«Me mudé para trabajar en un centro de refugiados. La mayoría son africanos y de Medio Oriente. En esa ciudad hay enfermedades que fueron radicadas en Europa hace décadas. Fui a ejercer mi vocación y mostrar que Inglaterra no es sólo palacios y la Reina. Hay realidades distintas para todos. No importa dónde estés. Hay que elegir verlas«, concluye, informó El Clarín.