El entrenador de Boca se fastidió con sus jugadores durante el entrenamiento en Casa Amarilla por el escaso poder de definición, de cara al partido del domingo 24 contra Unión como local por la Superliga.
El director técnico dispuso trabajos de definición durante la práctica y apuntó a mejorar uno de los puntos débiles (16 goles a favor) de su equipo, al igual que la generación de juego.
Sin embargo, al ver cómo fallaban sus dirigidos, el DT les gritó «dale, que así vamos a jugar hasta las cinco de la tarde, eh», ante los ojos de la prensa presente y de poco más de 200 socios que observaban el entrenamiento, como sucede una vez al mes.
De hecho, Alfaro protestó cuando el delantero Ramón «Wanchope» Ábila (seis goles en 24 partidos) repitió sus yerros a la hora de enfrentarse a los arqueros Esteban Andrada y Marcos Díaz. Lo mismo sucedió cuando le tocó a Franco Soldano (ex Unión).
Sin embargo, el humor del entrenador cambió con el correr de los minutos, en especial después de un gran gol de Emanuel Reynoso, que despertó los aplausos del cuerpo técnico y de algunos compañeros. El zurdazo del ex Talleres de Córdoba dio por terminada una práctica que despertó enojo y refrendó la preocupación de Alfaro.
El plantel entrenó dividido en dos grupos, que trabajaron aspectos de ataque y defensa. En una de esas jugadas, Reynoso recibió la pelota tras una habilitación de Ábila y ante la marca del volante italiano Daniele De Rossi, amagó y remató de zurda ante la atenta mirada de Andrada.
Por otro lado, el delantero Carlos Tevez y los mediocampistas Agustín Almendra e Iván Marcone se entrenaron de manera diferenciada por diversas molestias físicas.
Boca, uno de los punteros del campeonato, con 25 unidades al igual que Lanús y Argentinos Juniors, recibirá el domingo 24 a Unión en la Bombonera, a las 17.10, por la 14ta. fecha de la Superliga.