Ignacio Arce anotó el 1-1 definitivo contra Instituto en La Ciudadela.
Se terminaba el partido y con él las esperanzas de San Martín de Tucumán de conseguir al menos un punto como local contra Instituto, que ganaba desde los 46 minutos por un tanto de Facundo Silva. Pero entonces apareció lo imprevisto.
Perdido por perdido, Ignacio Arce fue a buscar la pelota en un tiro de esquina en el cuarto minuto de descuento, mientras el público convertía al estadio de la Ciudadela tucumana en una caldera. El arquero se jugaba un partido aparte: hasta el último campeonato, justamente había defendido los colores deLa Gloria.
Acaso superados por la tensión o por el cansancio, los jugadores visitantes no le prestaron la debida atención a su excompañero. Así, después del centro que llegó desde la derecha, el arquero apareció solo para cabecear desde el borde del área chica y mandar al fondo de la red la pelota.
El gol desató el festejo del Santo tucumano, que quedó ahora a cuatro puntos de distancia de su escolta en la zona B, Sarmiento de Junín. A su gran campaña en el campeonato, con 9 victorias, 4 empates y tan solo una derrota, ahora hay que sumarle este episodio que quedará en el recuerdo, informó Clarín.