Desde las PASO las arcas de la autoridad monetaria habían caído U$S22.000 millones. Por los controles cambiarios, la divisa se mantuvo estable tras las elecciones.
El cierre casi total de la demanda de dólares con el endurecimiento del cepo cambiario le permitió al Banco Central dejar de vender reservas para tratar de mantener a raya el tipo de cambio. El nuevo contexto dejó preparado el terreno para que la autoridad monetaria recomprara divisas y reforzara sus arcas, que habían tenido una caída superior a los U$S22.000 millones entre las PASO y las elecciones generales.
Desde la implementación de los controles de cambio reforzados, el BCRA recompró en el mercado poco más de U$S1000 millones. Solo el viernes, aprovechando que las compras de moneda extranjera por parte de ahorristas es mínima, la autoridad monetaria que preside Guido Sandleris se hizo de U$S300 millones.
La baja demanda que tiene la divisa estadounidense desde las elecciones presidenciales se reflejó en el hecho de que el tipo de cambio se mantenga prácticamente sin cambios a lo largo de dos semanas. De hecho, el primer día poselectoral -28 de octubre-, el dólar mayorista cerró a $59,50, el mismo valor con el que terminó el viernes. Y el precio minorista incluso bajó de $63,46 a $63,05.
En ese mismo lapso, incluso, las cotizaciones paralelas del dólar también se desinflaron. El dólar blue pasó de $73 a $64,50 el último viernes. De esa forma, la brecha entre el mercado informal y el oficial se redujo a apenas 3%. El contado con liquidación, que es el precio que pagan las empresas para comprar dólares -el cepo prohíbe las adquisiciones para atesoramiento a las personas jurídicas- también cayó desde $81,53 a $78,78.
Con la mayoría de los jugadores del mercado prácticamente excluidos de la ventanilla oficial de dólares, el Banco Central quedó como la única opción para evitar una apreciación mayor del peso por la entrada de divisas al país por parte del complejo agroexportador, que se aceleró en los últimos días según operadores cambiarios.
Por otra parte, los importadores reclamaron en los últimos días que la nueva normativa que implica la imposición del cepo cambiario reforzado obstaculizó el trabajo de las empresas que trabajan con insumos comprados en el exterior.
La recompra de divisas para alimentar las reservas tiene lugar en un contexto en el que las arcas del BCRA sufrieron una sangría pronunciada por la incertidumbre electoral de los últimos meses. El 8 de agosto, antes de las elecciones primarias, el colchón de divisas de la autoridad monetaria rondaba U$S66.300 millones. Este último viernes cerraron en U$S43.336 millones.
El cepo reforzado, sin embargo, puso un freno al escape de reservas. El 28 de octubre, el día posterior a las elecciones que ganó Alberto Fernández, las arcas del Central cerraron a U$S43.402 millones. En los últimos quince días, entonces, la caída de reservas fue de apenas U$S66 millones, informó El Once.