Luego de haber cruzado el Atlántico en un barco sustentable, la activista Greta Thunberg consiguió que una familia de australianos la acerque con su catamarán hacia España, donde la joven participará de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático Nº 25.
La sede de la COP25 sufrió cambios de último momento por el estallido social que se vive en Chile, lo que se tradujo en un cambio de planes para Thunberg, quien había viajado desde el sur de Inglaterra hacia Estados Unidos y pensaba volver a amarrar su velero en Santiago de Chile para participar de la cumbre.
«Como #COP25 se ha trasladado oficialmente de Santiago a Madrid, necesitaré algo de ayuda», tuiteó Thunberg desde Los Ángeles. «Resulta que he viajado por alrededor de medio mundo, por el camino equivocado :)», agregó en su pedido.
La adolescente de 16 años se niega a tomar un avión por las emisiones de carbono que genera este transporte. Pero ante el traslado de sede, sus posibilidades de llegar a tiempo al evento que tendrá lugar entre el 2 al 13 de diciembre se complicaron.
Su suerte cambió cuando Riley Whitelum y Elayna Carausu, dos jóvenes australianos comprometidos con su lucha ofrecieron su barco, La Vagabonde. Así, los tres partieron este miércoles desde el puerto estadounidense de Hampton (en la costa este del país), acompañados por la marinera inglesa Nikki Henderson y Lenny, el bebé de 11 meses de la pareja australiana.
«Es una decisión espontánea de trasladar nuestra casa al otro lado del océano, pero amamos Europa, por lo que esperamos ansiosos un caldo verde a la llegada», subrayó Elayna en su cuenta de Instagram, dando a entender que el puerto de llegada será en Portugal.
Thunberg es una de los 25.000 delegados que están convocados a participar en la cumbre climática de la ONU. A pesar de tener que modificar su plan de viaje, la activista dio su «apoyo al pueblo chileno» en sus protestas, luego de que se decidiera el cambio de sede.
La activista se disculpó también por no poder visitar Centroamérica y Sudamérica como tenía previsto, y aseguró que la humanidad se encuentra en «una emergencia climática y ecológica».
Quiénes son los australianos que la ayudan
Los jóvenes australianos, de 32 y 26 años respectivamente, se hicieron famosos mediante sus vídeos de YouTube, plataforma en la que cuentan con más de 1.170.000 suscriptores y en la que documentan sus viajes a vela por todo el globo.
«Hemos sufrido aterradoras tormentas, sustos con piratas, quiebras económicas, fallos de equipamiento, escaseces de agua y otros percances interesantes, pero no cambiaríamos la vida en el mar e ir donde nos lleve el viento por nada», asegura la pareja en su página web, en la que además afirma que carecían de «experiencia previa de navegación» antes de emprender su aventura.
La aventura comenzó en 2013, cuando Riley compró el catamarán por 100.000 dólares australianos(62.000 euros o 68.000 dólares estadounidenses) a tres hombres de negocios italianos con los ahorros que había obtenido a lo largo de ocho años de trabajo en plataformas petrolíferas y en las minas de Australia Occidental, según cuenta en su web.
Poco después, Riley conoció a Elayna en una isla griega, donde ella se ganaba la vida cantando y tocando la guitarra para una agencia de viajes.
Tras un mes, Elayna vendió todas sus pertenencias y decidió unirse a Riley en su navegación por el mundo, según un perfil de la pareja publicado el pasado octubre por el New York Times.
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