La consigna fue “Por un país sin violencia institucional ni religiosa. Basta de crímenes de odio”. Según los organizadores, participaron 500 mil personas.
De Plaza de Mayo al Congreso, una multitud marchó con orgullo y visibilidad por un país sin violencia institucional ni religiosa. Y le gritó “basta” a los crímenes de odio. Esa fue la consigna principal que nuclea a las más de 60 agrupaciones que integraron la Comisión organizadora de la XXVIII° Marcha del Orgullo en Buenos Aires.
Noviembre es el mes del orgullo, en recuerdo de que en ese mes de 1967 se creó el primer grupo de diversidad sexual del país, Nuestro Mundo. Tuvieron que pasar 25 años para que, en 1992, Buenos Aires tuviera su primera marcha del orgullo, organizada por Carlos Jáuregui y César Cigliutti, dos referentes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Fueron 300 personas, la mayoría con máscaras. El contraste es alto con la convocatoria actual: medio millón de personas, según calculó la organización, que salieron a las calles para reivindicar la lucha por una sociedad más justa e inclusiva.
Entre selfies, paraguas, banderas multicolores, maquillajes y abrazos, aparecieron los primeros discursos con lenguaje inclusivo. El escenario montado en Plaza de Mayo fue el centro de atención. Al grito de «Viva el orgullo afro», la comunidad denunció toda forma de discriminación, xenofobia y machismo. “Queremos una Argentina pluricultural y multiétnica”, exigieron. “Somos poliamores. Exigimos reconocimiento y respeto”, enunciaron desde otro rincón del escenario. “Basta de homofobia”, entonaba el plantel de un equipo de rugby inclusivo mientras compartía un estrecho saludo.
“Siento orgullo de poder salir a la calle a decir quién soy, de mostrarme al mundo sin temor”, aseguró Andy (17). La Queen, Mala Fama y Marilina Bertoldi musicalizaron un día inestable en el que el sol les ganó a las nubes. “La marcha es un espacio donde podemos ser libres, sin miedos ni represalias”, expresó Eric, un joven trans de 22 años, en medio de un clima festivo. Mientras, Rocío (26) señaló: “Es importante que todestengamos iguales derechos y que seamos vistesde igual manera”.
El presidente electo Alberto Fernández, cuyo hijo Estanislao estuvo en la marcha, respaldó la movilización con un tuit: «Vamos a construir una Argentina con más derechos, en la que reinen el amor y la igualdad. Vamos a construir una Argentina para todos, todas y todes».
Lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, intersex, pansexuales, asexuales, grisexuales, demisexuales, no binarios, género fluido y «más» marcharon acompañados por distintas columnas y 28 camionesque desfilaron a lo largo de la Avenida de Mayo. El arte es una poderosa herramienta de expresión. Lo ilustró la bandera Viviente del Orgullo LGBT+ que llevó ABSOLUT para instalar la idea de un cambio cultural centrado en el respeto a todas las personas, según explicó María García Muro, Brand Manager de la firma. Es que este año, algunas marcas se sumaron a la marcha. Otra de ellas fue Brahma.
Los reclamos y propuestas de las 22 sub consignasfueron consensuados por la Comisión Organizadora. «Con la ESI no se metan»; «Aborto legal, seguro y gratuito»; «El ajuste en salud mata»; “Nueva Ley de VIH”, «Basta de genocidio trans/travesti» y «Aplicación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral con perspectiva de género, diversidad y no binaria» son algunas de las tantas. Pero también se colaron pedidos políticos, no específicos del colectivo, como: “Fuera el FMI”, “Trabajo para todes sin precarización” o “No a la persecución política: libertad a Milagros Sala”. Además, la Federación Argentina LGBT (FALGBT) exigió la creación de un Ministerio Nacional de Igualdad y Diversidad.
“Las prácticas patriarcales habilitan la discriminación social que desencadena en crímenes de odio hacia nuestra comunidad. Denunciamos 67 muertes en 2018 por ser lo que somos”, señala Mariana Spagnuolo de Zona FALGBT. Por su parte, la activista trans Marcela Tobaldi, Presidenta de la Asociación La Rosa Naranja, explicó la necesidad de detener el travesticidio social mediante una Ley Nacional de Cupo Laboral que les permita acceder a un empleo formal.
El debate entre abolicionismo y legalización de la prostitucióntambién se instaló en la comunidad que reúne a las diversidades. “Exigimos la modificación de la ley de trata para diferenciar esta figura de las personas que realizan trabajo sexual”, reclamaron desde uno de los sectores.
Matrimonio igualitario, implementación de la ley de identidad de género y derogación de Códigos Contravencionales que criminalizan de forma explícita a travestis y homosexuales se cuentan entre las principales conquistas obtenidas. Falta mucho camino por recorrer, coinciden en los distintos colectivos. Bajo el slogan “Mantené la Promesa”, en el stand de AHF se entregaron folletos con información sobre prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y sobre la prueba rápida de VIH. “Más de 129.000 personas viven con VIH, de las cuales el 20% desconoce su diagnóstico. Se notifican 5.800 casos nuevos por año en nuestro país”, subrayó Natalia, integrante de AFH Argentina.
La edición de este año tuvo dos novedades. Por primera vez en la historia, se retiró la sigla LGBTIQ de la bandera de cabecera. “Se sumaron otras expresiones, con nuevas formas de vivir la sexualidad, que ya no se ajustan estrictamente a modelos identitarios. Las nuevas perspectivas exceden las posibilidades que habilita el alfabeto para fijar iniciales. Las identidades son formas de nombrarnos para decir algo distinto a lo hegemónico, pero no hacen a nuestra esencia”, justificó María Rachid, Secretaria General de la Federación Argentina LGBT.
La otra noticia es que el escenario, cedido por el Gobierno de la Ciudad, se montó en Plaza de Mayo y no en el Congreso como marcaba la costumbre. Según los organizadores, no fue posible porque el Gobierno Nacional demoró los plazos y no habilitó el tradicional escenario en Plaza Congreso.
Dos menciones internacionales precedieron el discurso principal. La primera fue ensolidaridad con la rebelión popular en Chile y la segunda, un repudio al presidente brasileño Jair Bolsonaro por la muerte de Marielle Franco, militante por los derechos de las negras que viven en las favelas.
Desde Libre diversidad-MST instaron a defender cada uno de los derechos conquistados. “No hay iglesia, ni yuta ni gobierno que nos pare. Queremos amar y vivir libremente en un país liberado, como decía el Frente de Liberación Homosexual en los años 70”, reclamó Pablo Vasco, el encargado de leer el final del discurso oficial de la marcha.
Referentes del mundo artístico y de las redes sociales también estuvieron en el encuentro. Maite Lanata, Jey Mamon y Nicolás Rey del dieron su presente. Despojados de prejuicios, vistieron mamelucos intervenidos por el diseñador de moda Santiago Artemis y el artista gráfico Aquiles Arte. “Estoy contenta de participar en la marcha. Más allá de la lucha por los derechos del colectivo LGBT, celebramos las conquistas adquiridas”, le contó a Clarín la actriz Maite Lanata, quien interpretó a Juan, un chico trans, en la novela «100 días para enamorarse».
Bajo la frase “Es temporada de haters, mantenete fresco”, la campaña de Sprite neutralizó los mensajes de odio con palabras de amor. Avanzar hacia un futuro mejor, resistiendo, ganando las calles. Ni un paso atrás. “Seguimos enarbolando las banderas de la inclusión y de la diversidad para no claudicar hasta alcanzar la igualdad real”, afirmó Marcela Romero, Presidenta de la FALGBT y Directora de La Casa Trans. El porvenir está en marcha. Se alzó la voz del orgullo, informó Clarín.