Una maniobra legislativa que reinstaló el tema de la paridad de género y los cupos a pueblos originarios e independientes entre los futuros constituyentes, abrió una primera grieta en la coalición que lidera el presidente Piñera.
Una maniobra legislativa que reinstaló anoche en Chile el tema de la paridad de género y los cupos a pueblos originarios e independientes entre los futuros constituyentes, abrió hoy una primera grieta en la coalición de gobierno del presidente Sebastián Piñera cuando el sector más duro anunció que «congela su participación en el bloque» y se proclamó como «el único partido de derecha» en el país.
El tema de la paridad y los cupos para integrar la Convención Constituyente, que atravesó esta histórica semana legislativa en Chile, fue rechazado por ambas cámaras cuando aprobaron la creación de una nueva Carta Magna. Sin embargo, el vuelco de anoche que repone el tema desató un terremoto político en el oficialismo.
Ayer, por 38 votos a favor y 3 en contra, el Senado aprobó la reforma al capítulo XV de la Constitución, que habilita el inicio del proceso constituyente y ratifica la realización de un plebiscito el 26 de abril de 2020 para que los chilenos decidan si quieren una nueva Constitución y bajo qué mecanismo será redactada.
El texto había sido aprobado el día anterior en la Cámara de Diputados.
La decisión de ambas cámaras de rechazar los cupos reservados en la Constituyente generó de inmediato un malestar en las calles y ayer los legisladores los sumaron en un proyecto de ley complementario.
Esta marcha atrás desató hoy la furia de uno de los socios del oficialismo, la Unión Demócrata Independiente (UDI), que advirtió que no aprobará nada por fuera de lo que acordaron con parte de la oposición el 15 de noviembre para avanzar en una nueva Carta Magna.
Todo el debate sobre el proceso constituyente ha estado marcado por la tensión política; sin embargo, es la primera vez que diferencias tan significativas surgen desde adentro de la coalición oficialista.
La media sanción de los cupos reservados y la paridad de género se consiguió anoche en una sesión especial en Diputados con los votos de parlamentarios del partido de Piñera, Renovación Nacional (RN), y de otro de la coalición de gobierno Chile Vamos, Evolución Política (Evópoli).
Aún falta la aprobación final del Senado a este proyecto de ley complementario. Sin embargo, la votación en Diputados fue suficiente para provocar el rechazo del socio más conservador de la coalición de Piñera.
La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, anunció que su partido «congela su participación en el bloque oficialista», informó el portal de noticias Cooperativa.
«Congelamos nuestra participación en Chile Vamos. Vamos a evaluar de manera institucional si vale la pena mantenerse como parte de una coalición donde no se respetan los acuerdos y donde no se actúa como coalición», dijo la líder conservadora.
En el partido explicaron que se trata de una «medida temporal», pero podría ser permanente si la fuerza lo resuelve en el próximo congreso partidario convocado para el 11 de enero, como también en las próximas reuniones de directiva y de comisión política.
«Este gobierno, por el cual yo voté y vamos a seguir trabajando, es un gobierno de centroderecha, y resulta que hoy somos el único partido de derecha. Cuando este pensamiento tiene que estar representado, nuestros socios se sientan con la izquierda», concluyó.
La grieta en la coalición oficialista no es el primer golpe directo que recibe el gobierno de Piñera por la profunda crisis política desatada por la ola de protestas masivas.
El actual estallido social además eyectó a Andrés Chadwick, primo de Piñera y hombre clave en su gobierno hasta hace unas semanas.
Chadwick primero debió renunciar como ministro del Interior y luego -la semana pasada y juicio político mediante- quedó inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años, informó Télam.