La empresa agroindustrial Vicentín, una de las más grandes del país y la principal exportadora de bandera argentina, salió a sentar posición ante las acusaciones de que había sido beneficiada con préstamos del Banco Nación durante la era Macri. La compañía atraviesa una complicada situación financiera, con una deuda de unos US$ 1.300 millones, y busca renegociar su pasivo para evitar la convocatoria de acreedores.
Respecto a la polémica por el préstamo recibido del Banco Nación, aclara que esa entidad es su principal fuente de financiamiento desde hace 50 años, a lo largo de diferentes gobiernos, y defiende el trabajo realizado por la gestión anterior. Los bancos nacionales, según aseguran cerca de la compañía, representan un 30% de la deuda total. La deuda del Nación ascendería a US$ 350 millones.
Según sostiene en un comunicado, la firma viene invirtiendo en la producción de biocombustibles y la ampliación de su infraestructura desde hace 20 años y que se endeudó para encarar esos desembolsos. Pero admite que el contexto económico adverso de los últimos meses hizo que las líneas de crédito desaparecieran. «Nuestra deuda no fugó del país, sino que está invertida en bienes productivos«, afirma la compañía.
«El Directorio de Vicentín está abocado las 24 horas, 7 días a la semana, a explorar distintos caminos de salida de su situación, priorizando la puesta en funcionamiento nuevamente de sus activos, que permitirá mantener las fuentes de trabajo y refinanciar los pasivos de manera razonable», indicó la firma en el comunicado.
Y agregó: «La época del año y las incertidumbres propias de todo cambio de Gobierno ralentizan los procesos, pero estamos encaminados a una solución que contemple las necesidades inmediatas de nuestros acreedores comerciales, la puesta en marcha de los activos y la renegociación de la deuda financiera, otorgando a las entidades, especialmente al Banco Nación, todas las garantías que necesiten para consolidar el proceso».
Además del Nación, hay un grupo de bancos internacionales, entre los que están la Corporación Financiera Internacional (del Banco Mundial) y Natixis y Rabobank, que también buscan cobrar sus préstamos a Vicentín. Para negociar, estas entidades contratarán a la consultora Columbus Zuma como asesor financiero, según publicó la agencia Bloomberg, informó Clarín.