Los vuelos que operan tanto en el aeropuerto internacional de Ezeiza como en Aeroparque, registraban demoras esta tarde debido a la activación del protocolo de seguridad, en ambas estaciones aéreas, para cuando hay tormentas con actividad eléctrica.
El alerta se disparó, indicaron a la agencia Télam fuentes aeroportuarias, con diferencia de tiempo en los dos aeropuertos, lo que determinó el cese de todo movimiento en rampa hasta tanto cesase la actividad eléctrica.
En Ezeiza, la alarma se inició poco después de las 14 y afectó a 24 vuelos que registraron una demora de entre 30 minutos y dos horas en algunos casos, hasta que comenzó a normalizarse poco después de las 16, aunque la imposibilidad de cargar equipajes durante el lapso que duró el alerta, retrasó también aquellos servicios programados para horarios en los que la actividad podía desarrollarse normalmente.
En Aeroparque, en tanto, la alerta fue intermitente, con espacios en los que se habilitaba la actividad en pista y momentos en que volvía a restringirse, lo que también ocasionó demoras en algunos casos de una hora y media, aunque la alternancia permitió que muchos servicios pudiesen cumplir medianamente con su programación.
Para las 18, la actividad en ambos aeropuertos se desarrollaba con normalidad, pero las fuentes advirtieron que, en función de la inestabilidad reinante, no se descartan nuevas interrupciones en lo que resta de la jornada.
La detección temprana de actividad eléctrica en aeropuertos tiene como objetivo asegurar el desarrollo seguro de las actividades en la plataforma operativa y fue implementada a mediados del año pasado en gran parte de todos los aeropuertos del país.
Este Programa se basa en dispositivos de detección de actividad eléctrica denominados «Outdoor Alerting System», que contienen dos tipos de alerta de seguridad; el «alerta amarilla» se aplica dentro del radio de 15 km de la zona de operación, mientras que en el «alerta roja» se activa cuando hay actividad eléctrica dentro del radio de 5 km.
El sistema emite una alerta amarilla cuando detecta actividad eléctrica significativa a 15 km del aeropuerto y envía mensajes a correos electrónicos y SMS a celulares del personal operativo pre-seleccionado y con funciones dentro del predio.
En este caso se considera que la situación podría derivar en una alerta roja a corto plazo, por lo que el personal trabaja bajo advertencia del cese total de la actividad.
Si se detecta actividad eléctrica dentro de un radio de 5 km desde el aeropuerto, el sistema emite una alerta roja, también avisando al personal operativo, y activa sirena y luces estroboscópicas de alerta en las áreas operativas abiertas del aeródromo y se detiene todo tipo de actividad en pista.
Transcurridos 10 minutos sin registrarse otra actividad eléctrica, las alertas cesan y el sistema vuelve a quedar en vigilancia permanente.