Diego Hernández había logrado burlar la persecución de la Brigada de Investigaciones y de la Justicia de Comodoro Rivadavia desde el 8 de abril del año pasado cuando en un automóvil que él mismo utilizaba, la policía halló el cuerpo calcinado de Oscar Ramón Aguirre. A Hernández lo buscaron, pero no lograron encontrarlo en los allanamientos que se efectuaron en la zona de quintas del barrio Abásolo. Desde ese momento se mantuvo prófugo. Sin embargo su captura no estaba cargada en el sistema judicial. Así si algún policía novato lo identificaba no iba a salir en el sistema el pedido de detención. Ayer se resistió a las trompadas contra dos avezados efectivos de la Comisaría Séptima que conocían las sospechas que pesan sobre su persona. Cuando verificaron su identidad, quedó detenido. Hoy afrontará dos audiencias, una por la resistencia a la autoridad y luego como presunto autor del homicidio.
Diego Hernández (37) tenía pedido de captura recomendado por el juez Alejandro Soñis desde el año pasado, como sospechoso por el horrendo crimen del marinero formoseño Oscar Ramón Aguirre, pero su detención no estaba cargada en el sistema Skua. Así, si algún policía novato lo identificaba en la calle y consultaba el sistema de capturas recomendadas por la Oficina Judicial, no lo iba a encontrar.
Había sido buscado por la Brigada de Investigaciones en cuatro allanamientos en la zona de quintas pero al no ser hallado, Hernández continuó viviendo en la clandestinidad.
Ayer a la madrugada cayó de casualidad. Fue sobre las 1:15 cuando lo detuvieron por atentado, resistencia y lesiones a la autoridad luego de intentar escaparse de un control vehicular que se hacía en la jurisdicción de la Seccional Séptima.
Según fuentes policiales, Hernández y otro hombre, a bordo de un vehículo, intentaron escapar del control policial por calle Duraznos y Gansos Verdes. Cuando los policías se acercaron a identificarlos escaparon y frenaron frente a una vivienda de una familia del sector con conocidos antecedentes judiciales.
Desde el lugar del acompañante Hernández se bajó y golpeó a los policías, primero arrojó al suelo al oficial de la Séptima y luego golpeó con el puño varias veces en la cara y en la cabeza a un suboficial mayor. Pero cuando intentó correr hacia la casa de la mencionada familia, los policías lograron atraparlo y en medio de una lluvia de pedradas y golpes con palos de varias personas que salieron a ayudarlo, los policías pudieron detenerlo y llevarlo a la comisaría. El otro individuo logró huir.
Cuando los policías informaron que tenían detenido a Hernández, rápidamente desde la Fiscalía corroboraron que se trataba del sospechoso de un homicidio.
Hoy deberá comparecer en dos audiencias. Primero por atentado y resistencia a la autoridad. Lo hará frente al juez Martín Cosmaro. Y luego tendrá otra audiencia en la que la fiscal de Delitos Complejos, Camila Banfi le imputará el presunto homicidio de Ramón Aguirre.
EL HOMICIDIO
Hernández es familiar de un albañil que Aguirre había contratado para unos trabajos en un terreno de Kilómetro 17.
En los allanamientos desarrollados en búsqueda de Hernández, los investigadores pudieron secuestrar la cédula verde del vehículo en el que apareció quemado Aguirre. Y el último poseedor del auto era Hernández, un hombre que ha sido investigado como presunto autor por algunos otros delitos en la zona alta de Comodoro Rivadavia, pero que aún están en trámite.
Aguirre apareció quemado en el interior del vehículo y sin ninguna de sus pertenencias. Según la familia de la víctima, esa madrugada de lunes del 8 de abril del año pasado, Aguirre fue sacado bajo algún engaño de su vivienda e incluso en ojotas. Luego lo mataron y lo prendieron fuego en el interior del Chevrolet Corsa.
El marinero había sacado un préstamo de 20 mil pesos y nunca se encontró ese dinero.
Su cuerpo fue sometido a la autopsia y a estudios histopatológicos. Luego de permanecer unos días en la morgue judicial y ante la imposibilidad de su familia para costear el traslado a Formosa para darle sepultura, por razones humanitarias, y de común acuerdo, la fiscal Camila Banfi determinó que fuera sepultado el 27 de septiembre del año pasado en la sección 36, fila 15 y fosa 21 del Cementerio Oeste.