Con tranquilidad y dando por descontado que el verano culminará sin grandes novedades. De esa forma enfrentan la seguidilla de días de calor intenso las distribuidoras de energía con operaciones en Capital Federal y el conurbano bonaerense.
Más allá de que los cortes se intensificaron en las últimas horas, en las compañías se esfuerzan por transmitir que las interrupciones del servicio se ubican dentro de los «números normales» para la época del año.
La contracara está en el seguimiento que a diario expone el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que sólo en la primera mitad del viernes expuso que la red bajo control de Edesur acumulaba más de 37.000 hogares sin suministro. Edenor, en cambio, sumaba algo más de 5.000 clientes en esa situación.
Siempre según el ENRE, Edesur arribó al último día de la semana luego de un jueves que concluyó con casi 175.000 domicilios afectados. Por su parte, Edenor cerró la misma jornada con 72.300 cortes de servicio.
Desde las compañías relativizan estos guarismos y alegan que, incluso en los días de demanda récord, la infraestructura no sufrió grandes contratiempos. «Estamos en un verano muy bueno en cuanto respuesta del servicio. Tuvimos un poquito más en estos días porque se acumularon más de seis jornadas consecutivas de la ola de calor. Pero no fueron números preocupantes», expresó ante iProfesional una fuente cercana a Edesur.
Del lado de Edenor, la respuesta fue similar. «Son días de operación normal. No hemos tenido ninguna dificultad grande. De hecho, el jueves tuvimos un récord en la entrega de energía y la red prácticamente no presentó inconvenientes», dijo a este medio una voz vinculada la firma.
En la distribuidora sostienen que el funcionamiento del tendido «resistió el gran calor por efecto de los 26.000 millones de pesos que se invirtieron entre 2016 y 2019».
«Los cortes que se han dado son similares a los de cualquier día, incluso en los motivos. No podemos decir que resulten consecuencia directa de la ola de calor. Es decir, tenemos un nivel de cortes similar a los días en que hace 20 grados. Es un verano tranquilo», añadió la fuente.
En Edesur también se apoyan en las inversiones para explicar el rendimiento de la red, más allá de que el ENRE viene exponiendo que los afectados por cortes suman varios miles. De acuerdo con la compañía, en 2019 la distribuidora completó desembolsos por hasta 200 millones de dólares.
Hacia adelante, preocupación
Pero más allá de la defensa que hacen las empresas de su desempeño en estos días de calor potente, lo cierto es que las dudas crecen cuando se indaga sobre qué pasará con los tendidos si no hay un cercano aumento en las tarifas.
Si bien tanto desde Edenor como desde Edesur se cuidaron de pronunciarse oficialmente al respecto, en torno a ambas compañías no faltan las voces que señalan que la falta de incrementos repercutirá directamente en la calidad del servicio.
«El ingreso de las empresas depende de que haya movimiento constante en las tarifas. Es la única manera de garantizarse fondos para continuar sosteniendo una prestación cuanto menos decente», sostuvo ante iProfesional un analista consultado.
«El ritmo con el que se venía recuperando el sector se desacelerará si no hay actualización tarifaria. Si no hay cambios, la velocidad de inversión será menor por falta de recursos. El sector no es ajeno a lo que está ocurriendo con la macroeconomía», añadió.
Emilio Apud, ex secretario de Energía, se pronunció a tono con lo anterior. «La confiabilidad que todavía muestra el servicio de electricidad en general responde al nivel de las inversiones que se llevaron a cabo en los últimos años. Las distribuidoras tuvieron que responder con mejoras luego de alzarse con las revisiones tarifarias que reclamaron durante mucho tiempo», comentó ante iProfesional.
El experto sostuvo que la imposición de un congelamiento extenso «quita la obligación de mantener ciertos criterios de calidad que sí establecía el cambio en las tarifas», por lo que las empresas al perder capacidad financiera «no necesariamente deberán cumplir con pautas de inversión».
«Si no hay una recuperación en el valor de las tarifas, entonces a las compañías se les hará muy difícil cumplir con los desembolsos que requieren las redes. Si bien hoy el escenario está mejor que hace al menos cuatro años, si se mantiene el congelamiento por un período tan largo, el sistema -su funcionamiento- decaerá como en las peores épocas», advirtió.
Apud sostuvo que, si no hay actualización en los valores de las tarifas, el ritmo inflacionario actual pondrá contra la pared a las distribuidoras y sus respectivos planes de inversión en el transcurso del semestre vigente. El resultado de tal estado de situación, auguró, redundará en un empeoramiento del servicio eléctrico.
«Abril y mayo serán meses clave para ver qué ocurre con las empresas de la distribución. Si ocurre que se empiezan a frenar las inversiones, bueno, es muy probable que comiencen a verse problemas en el servicio. Ahora, si el congelamiento se mantiene, la pregunta lógica es qué ocurrirá una vez que se cumpla el plazo de 180 días. ¿Habrá una suba inmediata? ¿Se volverá a extender? De suceder lo segundo, vamos a volver a hablar de cortes o inconvenientes generalizados como hace cinco o seis años atrás», concluyó.
Suspensión vigente
La semana pasada, el gobierno bonaerense suspendió por 180 días a partir del 1º de enero la aplicación de aumentos de precios para los cuadros tarifarios de las distribuidoras de energía eléctrica.
La decisión fue oficializada el jueves en el Boletín Oficial bonaerense por medio de la resolución 20/2020 firmada por el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Agustín Pablo Simone.
El congelamiento de las tarifas es para los usuarios de las empresas Edelap, Edea, Eden y Edes. Estas compañía operan en toda la provincia de Buenos Aires y ya habían sido autorizadas a incrementar los precios el año pasado por medio de la Resolución 1713/19 del gobierno de María Eugenia Vidal.
La decisión de congelar tarifas fue tomada en el marco de la Ley Nº 15.165, que declaró el estado de emergencia social, económica, productiva y energética en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
Simone estableció que, durante el plazo fijado en el mencionado artículo, se llevará a cabo un proceso de análisis y revisión de los ingresos requeridos y reconocidos en los cuadros tarifarios resultantes de la Revisión Tarifaria Integral (RTI), que incluye el cumplimiento de las inversiones comprometidas.
A tales efectos, la Subsecretaría de Energía -o el órgano que la reemplace en el futuro-, determinará la modalidad de solicitud de información necesaria a las empresas distribuidoras.
En línea, con esto, ya a a principios de enero el presidente Alberto Fernández había ratificado la decisión del Ejecutivo de mantener por 180 días el congelamiento en las tarifas de gas y electricidad, señaló IProfesional.