El Gobierno de Cuba anunció este sábado 14 de marzo que mantiene las fronteras abiertas a los visitantes extranjeros a pesar de la pandemia del coronavirus, que suma cuatro casos en la isla y puso freno al turismo a nivel mundial.
Quienes viajen a Cuba «serán bien recibidos» ya que es «un país seguro», afirmó Bárbara Cruz, directora de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo (Mintur), en una rueda de prensa en La Habana para presentar el plan de prevención y control del COVID-19 en el sector turístico.
«Nuestro país está listo para detener y controlar esta enfermedad», sentenció la directiva del Mintur, que prometió dar a los turistas «todos los servicios» y mostrarles «que Cuba es un país seguro en todos los aspectos» al contar con un plan de prevención y control, así como un «sistema de salud fuerte».
Prevenir sin cerrar fronteras
Dado que las fronteras cubanas permanecen abiertas, las autoridades han decretado otras medidas para prevenir la expansión del coronavirus, desde monitorizar los casos sospechosos en trabajadores y turistas hasta vigilar a viajeros procedentes de áreas con transmisión, en línea con las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Francisco Durán, jefe de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), especificó que todo viajero procedente de un país de alto riesgo será sometido a una verificación en el aeropuerto, y «si visitó ese país y tiene algún síntoma, será llevado a aislamiento por 14 días».
Durán agregó que ya se han producido casos sospechosos en turistas que visitaban la isla y que éstos han sido enviados a hospitales para su aislamiento y verificación.
Por el momento, la OMS no exige restricciones de viaje, si bien en un comunicado conjunto con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) recomendó a los gobiernos tomar medidas «proporcionales al riesgo a la salud pública» y concienciar a los ciudadanos que se vayan a desplazar sobre los métodos de prevención del virus.
La reafirmación de Cuba como país abierto al turismo en pleno auge de la pandemia contrasta con las medidas tomadas por algunos de los principales emisores de turistas a la isla, como Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia o España, que han recomendado no viajar o incluso han restringido los desplazamientos nacionales e internacionales.
Quienes viajen a Cuba «serán bien recibidos» ya que es «un país seguro», afirmó Bárbara Cruz, directora de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo (Mintur), en una rueda de prensa en La Habana para presentar el plan de prevención y control del COVID-19 en el sector turístico.
Duro golpe
Esta crisis mundial ha llegado en un momento delicado para Cuba, un país que mantiene una fuerte dependencia del turismo y que ya en enero vio decrecer un 19,6 % interanual el número de visitantes foráneos, en parte por las nuevas restricciones de viaje a la isla emitidas por la administración del presidente de EE.UU., Donald Trump.
De momento el país caribeño solo ha confirmado 4 casos de COVID-19, entre ellos tres turistas italianos que viajaban juntos, mientras 149 personas (de ellas 65 extranjeros) han sido puestas en cuarentena al considerarse como casos sospechosos.
La llegada del coronavirus a la isla también trajo la suspensión de varios eventos internacionales, entre ellos una importante reunión de emigrados cubanos en La Habana, así como la cancelación por tiempo indefinido de espectáculos y eventos culturales que impliquen grandes aglomeraciones de público.
Cuba ha sido uno de los últimos países de América y el Caribe en reportar la presencia del COVID-19 en su territorio, que se confirmó este jueves 12, aunque las autoridades ya habían reforzado los días previos las medidas de vigilancia y control para enfrentar la enfermedad.