YPF se encamina a frenar su principal yacimiento. No tiene clientes ni almacenaje. El país perdería un 20% de su producción de petróleo este año.
La venta de combustibles cayó más de un 70% desde la cuarentena. El precio del petróleo también se derrumbó a nivel internacional. Las petroleras no tienen a quién venderle su producto. Por eso, las compañías vienen disminuyendo sus actividades. Todo indica que la formación Vaca Muerta será la «víctima» energética más prominente de esta coyuntura.
Aún las compañías que quieren perforar, mirando a largo plazo, se encuentran con que el decreto que exceptúa actividades para la cuarentena no las menciona.
Mientras buscan que el Gobierno les conceda un precio «sostén» (es decir, un valor autóctono, diferente a la cotización del petróleo en el resto del mundo), las compañías no saben qué hacer con su crudo. Si lo exportan, pierden plata porque los países no requieren el producto. La capacidad de almacenamiento en tanques se agotó. Algunas empresas hasta piensan en contratar barcos para guardar lo que ya obtuvieron.
YPF, la principal empresa del sector, es la que marca los tiempos en la producción no convencional. Durante 2019, fue el principal productor de «shale oil». Aunque tiene muchos yacimientos, su estrella es Loma Campana. Ese enclave representa la mitad de la producción de Vaca Muerta. La petrolera de mayoría estatal se encamina a disminuir allí un 50% su producción.
Aunque varios medios patagónicos ya lo dan por hecho, en YPF aclaran que el recorte de la producción en Loma Campana «todavía no se hizo», pero «de continuar con este nivel de producción de combustibles, seguramente sucederá».
La anglo-holandesa Shell estaba cerca de iniciar un proceso de perforaciones, antes de la cuarentena. Y tiene todo listo en términos de equipos. Sin embargo, no está claro si está incluída dentro de las «excepciones» de las actividades que pueden desarrollarse. Lo deben definir el Poder Ejecutivo nacional y el gobierno de Neuquén. Por ahora, tiene todo paralizado.
La demanda de combustibles está por el piso. Las estaciones de servicio no saben cómo pagar los sueldos, ya que sus ventas representan un 10% de su actividad habitual. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, definió a la actividad como «híbrida», ya que entiende que las estaciones del interior más rural se manejan en algo más parecido a la normalidad.
La petrolera Vista detuvo la producción de ocho pozos y no hará nuevas perforaciones en Vaca Muerta. «No hay demanda local ni posibilidad de exportación», añaden.
Trafigura y Raizen que son las dos refinerías que no cuentan con producción propia también están requiriendo menos crudo, por la falta de actividad en las estaciones. «La cuestión vital será poder vender petróleo con la menor pérdida posible, o encontrar stocks para su almacenamiento», define un consultor del sector.
Las arcas provinciales sufrirán por este parate. En 2019, Neuquén tenía presupuestados ingresos por $ 52.500 millones, pero con un dólar a $ 41. El tipo de cambio oficial no baja de $ 65. De existir una actualización, la provincia que aloja a Vaca Muerta estaba encaminada a cobrar más. Pero eso está prácticamente descartado por la caída de la actividad.
En febrero de 2020, la producción de petróleo argentina era de 535.000 barriles diarios. Con esos volúmenes, se abastecía al mercado local y sobraba cierto margen para exportaciones. Un consultor que pide no ser identificado añade » Si se mantuviera el escenario de inversión nula actual, la producción de petróleo se contraerá muy fuertemente en el país con una pérdida posible de más de 100.000 barriles diarios».
El crudo variedad «Brent», el de referencia para la Argentina, se está ubicando cerca de US$ 32 por barril en el mercado internacional. Las empresas locales creen que el Gobierno nacional establecerá un sostén en torno a los US$ 46, lo que sería casi un 50% por arriba del resto del mundo.