Este último sábado, en medio de la cuarentena y aislamiento que lleva adelante la Argentina, el Gobierno nacional modificó el Presupuesto Nacional mediante la Decisión Administrativa 458/2020. Allí, en uno de sus puntos, determinó que “atento la situación de emergencia sanitaria de nuestro país, es necesario adecuar el presupuesto del Ministerio del Interior con el objeto de incrementar las transferencias a Provincias correspondientes al Fondo de Aportes del Tesoro Nacional, financiado con recursos remanentes de ejercicios anteriores”.
De este modo, y con las firmas del jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y el ministro de Economía Martín Guzmán, se otorgó a la cartera que conduce el camporista Eduardo “Wado” De Pedro partidas para asistir a las provincias, en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus.
De Pedro es el ministro del Interior y por su despacho desfilan desde el primer día de gobierno de Alberto Fernández, los mandatarios de los diferentes signos políticos. Hoy en día, la rotación de caciques provinciales viró a charlas de WhatsApp y Telegram, así como videoconferencias donde los gobernadores exponen crudamente su estado de situación.
El Gobierno incluyó la actividad notarial como servicio “esencial” durante la cuarentena
Están los más serenos, como el santiagueño Gerardo Zamora, hasta los más preocupados como el santafesino Omar Perotti, quien la semana pasada no descartó la necesidad de recurrir a las cuasimonedas. “No hay recursos para pagar sueldos. Es una alternativa”, dijo ante la consulta de volver a la emisión de una cuasimoneda, como sucedió en el país en el año 2001.
Por eso, De Pedro tiene en sus manos ahora la chance de girar cifras millonarias: inicialmente, se barajaba la chance de que ese monto llegara, a lo largo de la crisis del coronavirus, a los 30.000 millones de pesos, la mitad, aproximadamente, de lo que es el monto total de la coparticipación, unos 60.000 millones de pesos.
Por eso, desde Interior se definió -con la orden de Alberto Fernández y el OK de Santiago Cafiero- una primera remesa de 3.000 millones de pesos (con fecha 27 de marzo) y otros 3000 más en los primeros días de abril, a través de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
A eso, se deberían sumar financiamientos por 65 millones de dólares a través de organismos como la CAF y FONPLATA, otorgando a los 24 distritos 1 millón por jurisdicción, con el fin de apoyar los sistemas sanitarios, fortalecer las acciones de protección y asistencia de grupos vulnerables.
Todo esto, “con el fin de fortalecer los sistemas sanitarios y las finanzas de las provincias en el marco de las demandas por la emergencia sanitaria decretada por el coronavirus”, según definieron en el Ministerio del Interior.
“Ya se liquidan los 6 mil palos, ahora se abre la canilla”, describió llanamente un funcionario de Casa Rosada, en virtud de lo que sigue a esos primeros giros. Pero no serán finalmente 60.000 millones de pesos, como se habló en un primer momento pues ese es el monto total de la coparticipación, sino que la cifra será millonaria y llegará a los 120 mi millones para atender los reclamos de los gobernadores, que no solo quedan en el teléfono de De Pedro sino que escalan hasta el WhatsApp incansable de Alberto Fernández.
Los vínculos con los mandatarios (que incluyen a los opositores Horacio Rodríguez Larreta, Gustavo Valdés, Gerardo Morales, Rodolfo Suárez y Omar Gutiérrez) son llevados adelante por la secretaria de Provincias, Silvina Batakis, y el secretario de Interior, José Lepere.
Los repartos de los apetecidos ATN se distribuyen en un 80% por índice de coparticipación y el 20% restante en base al Índice de Población, en consenso con los ministerios de Salud y de Desarrollo Social.
En el marco de las preocupaciones por la situación en los distritos, a la cabeza está la situación de la provincia de Buenos Aires, que conduce Axel Kicillof. El pago de los sueldos provinciales es un caso de inquietud para el mandatario, quien además recibe los reclamos de los intendentes de su territorio, donde muchos muestran que si no es en el mes de abril, en el de mayo ya no tendrán más fondos para salarios municipales.
A la realidad de los alimentos para los barrios más carenciados, así como a la asistencia de los adultos mayores (muchos alcaldes salieron el último viernes a vacunar contra la gripe en las colas de los bancos), los intendentes reclaman ahora dinero para los sueldos de sus comarcas. Provincias y municipios en alerta rojo, en medio de una pandemia impensada.