«La angustia se mezcla con la indignación de ver que a otros pares por cosas más graves los apañan y consienten. Y a mí, de un plumazo, me sacaron con miles de cosas por hacer», afirmó Laura Mirantes.
La excomisaria de Rawson expresó sus sentimientos en las últimas horas a través de su cuenta de Facebook, donde posteó que “a veces me embarga la tristeza, también un poco de desesperanza. No porque dude de mi actuar, al cual considero correcto de acuerdo con mis creencias morales, éticas y religiosas, sino porque en estos momentos de tanta necesidad para todos, podría estar aportando mi granito de arena, ayudando y acompañando desde la profesión que abracé. Pero no puedo”.
Laura Mirantes fue desplazada de la Comisaría de Rawson el sábado 28 de marzo por el ministro de Seguridad, Federico Massoni, por presuntamente negarse a detener a cuatro vecinos de Rawson que habían sido demorados por un jefe policial en la Ruta 7. Según trascendió, uno había salido para atender a una embarazada y otro para alimentar a sus perros que tenía en un terreno cercano.
“No me importa el prestigio, ni el legajo, ni la jerarquía. Todo lo que tengo lo hice trabajando y no poder hacerlo ahora me duele y angustia. Tantas cosas por hacer. Brindar el abrazo amigo, la palabra de aliento, la voz de la esperanza, se me quedan atoradas en la garganta. Y la angustia se mezcla con la indignación de ver que a otros pares por cosas más graves los apañan y consienten. Y a mí, de un plumazo, me sacaron con miles de cosas por hacer”, disparó Mirantes en su mensaje en las redes sociales.
En la capital provincial todavía reclaman que Mirantes sea repuesta en su cargo, al que había accedido en enero convirtiéndose en la primera mujer al frente de la comisaría de la ciudad de Rawson.
De este modo, la comisaria pudo decir lo que pensaba de su situación y de la de Paulino Gómez, el director de Seguridad que le pedía –“por orden del ministro”- al jefe de la Seccional Primera de Trelew, Mauricio Zavala, que “salga a meter gente en cana”; que mande los “pucará” a buscar a los que andan “chimangueando”.
Gómez admitiría un día después que había cometido un error y pidió el pase a disponibilidad, pero sorpresivamente la Jefatura de Policía que conduce su hermano Miguel; el ministro Federico Massoni y hasta el gobernador Mariano Arcioni salieron a respaldaron con inusual énfasis, publicó El Patagónico.