La cifra global de muertes por coronavirus superó las 275.000 y la de casos confirmados los cuatro millones, en medio de claros avances en algunos países de relajar las restricciones debido a cifras alentadoras, aunque Brasil llegó a los 10.000 decesos sin que el presidente Jair Bolsonaro variara su discurso anticuarentena y Corea del Sur debió endurecer medidas por un rebrote de contagios.
Por otra parte, la pandemia adquirió nuevamente un fuerte rol político –que viene provocando cimbronazos en diversos países-, al dejar al presidente ruso, Vladimir Putin, sin posibilidades de celebrar a gran escala la victoria soviética sobre la Alemania nazi, oportunidad que esperaba para avanzar en un deshielo con Occidente.
Uno de los países que debió retroceder en su política de apertura de actividades pese a que se presentaba como un modelo intermedio entre los de confinamiento total y los que no, fue Corea del Sur, que tras detectar un fuerte crecimiento de contagios ordenó el cierre de más de 2.100 locales de ocio nocturno como discotecas, clubes y bares en el conocido barrio de Itaewon de la ciudad de Seúl.
La orden administrativa firmada por el alcalde, Park Won Soon, implica la «suspensión inmediata» e indefinida de la actividad para estos negocios y amenaza con «graves penalizaciones» en caso de incumplimiento, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
«La falta de despreocupación puede provocar una explosión de contagios. Nos hemos dado cuenta tras las infecciones en grupo de clubes de Itaewon», añadió Park.
Este sábado las autoridades surcoreanas informaron 18 nuevos contagios, 17 de ellos relacionados con un individuo que visitó cinco locales el pasado fin de semana. Sin embargo, la cifra podría aumentar porque hay al menos 1.500 registrados en las entradas de los clubes, de los cuales 1.300 no han podido ser localizados.
Corea del Sur retomó el miércoles a la normalidad tras lograr reducir los contagios a números de dos cifras pese a ser uno de los países afectados en primer lugar tras la salida del coronavirus de su país de origen, China, apuntó la agencia Europa Press.
Brasil superó los 10.000 muertos y se consolidó como epicentro del brote en América latina, mientras que el presidente Jair Bolsonaro sigue desoyendo recomendaciones de autoridades sanitarias de evitar aglomeraciones e incluso ha dicho que este fin de semana hará un asado para decenas de invitados.
A horas de alcanzar el discutible hito de traspasar las 10.000 muertes (10.100 según el registro en línea de la Universidad Johns Hopkins) una corte de tercera instancia, el Superior Tribunal de Justicia de (STJ), suspendió anoche una decisión judicial que obligaba al Presidente a divulgar el resultado de las pruebas de coronavirus a las que fue sometido en marzo.
Nueva York, epicentro mundial de la pandemia, también pudo dar cifras más tranquilizadoras al confirmar 226 nuevos decesos, la cifra más baja de los últimos cinco días.
España e Italia reportaron bajas en las cifras de muertes y nuevos contagios, pero ambos gobiernos pidieron prudencia a la hora de flexibilizar sus esquemas de confinamiento, y en el caso de Roma, las autoridades tuvieron la buena noticia de que la justicia convalidó un recurso del primer ministro Giuseppe Conte para frenar las reaperturas anticipadas de bares y restaurantes que reclaman las regiones de todo el país.
También en el contexto de los países europeos, Portugal trabajaba de manera sectorial en la regulación del regreso de familiares a las residencias de ancianos, en el uso general del transporte público y en la vuelta de los partidos de fútbol para fin de mes, sin la asistencia de público.
La ministra de Sanidad de Portugal, Marta Temido, anunció que a fines de la próxima semana concluirán la redacción de una serie de normas que permitan las visitas a geriátricos por parte de familiares o se permita el acceso general al transporte público, donde es obligatorio el uso de mascarilla.
En cambio, el Reino Unido, que tiene más de 31.587 muertes tras sumar 346 nuevas en las últimas 24 horas, y más de 211.000 casos de Covid-19, está todavía en la etapa de las prevenciones, y si bien se esperan medidas de desescalada de las restricciones, podría imponer una cuarentena de 14 días a todos los viajeros que lleguen al país, informó el diario The Times.
El periódico afirmó que el primer ministro, Boris Johnson, se dispone a anunciar esta medida, que se aplicaría a partir de junio, cuando mañana detalle su estrategia de desconfinamiento, que el gobierno ya ha adelantado que no incluirá cambios radicales a corto plazo.
A su vez, el Senado francés, dominado por la oposición conservadora, dio su última luz verde al proyecto de ley para prorrogar hasta el 10 de julio el estado de emergencia sanitaria, que posteriormente fue validado por la cámara baja, donde una escisión en el oficialismo amenaza con dejar al gobierno sin la mayoría parlamentaria. Francia cuenta con 26.310 muertos (sólo 80 en las últimas 24 horas) sobre 138.854 casos.