Pasaron casi dos meses desde que el fútbol se suspendió por la pandemia del coronavirus y el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. En tiempos de cuarentena, uno de los grandes interrogantes era saber cómo afrontarían los clubes las dificultades que el parate de la actividad futbolística traería aparejada, entre ellas las económicas. Sobre todo el pago a los planteles.
Desde hace un tiempo en River se venía hablando de esta situación. Primero se arregló con los empleados. Y ahora llegó el turno del plantel profesional. Finalmente, se llegó a un consenso entre los dirigentes y los jugadores: se acordó un tope salarial de 250 mil pesos mensuales.
Para una tesorería que había recibido algunos golpes y sin demasiado oxígeno, debido a las constantes devaluaciones de moneda de los últimos dos años en el país, el alto costo salarial, los compromisos internacionales por transferencias como las de Lucas Pratto y Nicolás De La Cruz que aún no están saldadas, dos balances consecutivos que cerraron en negativo, el acuerdo al que llegó con los futbolistas les resulta saludable.
Con esta medida el plantel que conduce Marcelo Gallardo se ve afectado, sobre todo los que tienen contratos altos, que resignan mucho dinero. Pero lo harán sin problemas. De todos modos, no se trata de un recorte ni de una quita. Más adelante, cuando la situación mejore y se reanude la actividad futbolística, los pagos serán refinanciados.
Si bien desde la dirigencia no suelen comunicar los convenios salariales de sus futbolistas y mantenerlos de manera confidencial, Clarín pudo confirmar la información con fuentes cercanas a los futbolistas. Eso sí, desde el sector dirigencial destacaron la predisposición de los jugadores.
«Entendieron el momento y siempre estuvieron predispuestos. Además, no tuvieron problemas en que primero arreglemos la situación de los empleados”, le comentó a este diario un alto directivo de la institución. Los jugadores, cuya representación estuvo en Leonardo Ponzio y Javier Pinola, capitán y subcapitán, también recibieron con agrado el acuerdo.
La semana pasada River también había puesto un tope salarial de 250 mil pesos. De esa manera, de acuerdo al cálculo hecho por el área de finanzas del club solo tuvieron que ajustarse los pocos empleados (la línea gerencial y los que conducen áreas) que perciben un monto superior a esa cifra. A partir de esa decisión, los más de mil trabajadores del club tienen garantizado el pago de sus sueldos.
Además, River recibió una buena noticia esta semana: desde los bancos llegaron los reportes que las cuotas sociales de los 85 mil socios que están al día fueron cobradas en un alto porcentaje –más del 90% están adheridos al débito automático-. Es decir que muy pocos acudieron al stop debit para no realizar el pago. De esa manera, a la tesorería del club entró una cifra cercana a los 90 millones de pesos que ingresan habitualmente. Y River hace una erogación mensual de 100 millones de pesos en sueldos.
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Es por eso que el dinero de las cuotas sociales es vital. Y, además, representan el 21 por ciento del total de los ingresos del club. Mientras tanto, se espera que los sponsors más importantes (Adidas, Turkish Airlines y Axion) cumplan con los pagos, tal como se lo garantizaron a Rodolfo D’Onofrio y compañía.
Este ítem también es importantísimo porque River perderá, entre abonos y entradas, más de 150 millones de pesos.
Es por eso que el club tuvo que reorganizar su presupuesto. Y hacer algunos ajustes y refinanciaciones. Entre ellas al plantel. Pero el acuerdo de un tope de 250 mil pesos mensuales fue mutuo y lo tomaron de manera positiva.