El Covid-19 no dejó nada sin alterar. Los eventos más comunes y corrientes de la vida cotidiana se debieron adaptar a los nuevos tiempos donde la distancia social pasó a ser crucial para evitar contagios masivos.
Tal es el caso de los bautismos, evento religioso donde un cura reza y le echa agua a un niño que es presentado frente a su congregación y su Dios.
El coronavirus obligó a la adaptación de las actividades más comunes y corrientes de la vida cotidiana a un nuevo paradigma, el de la distancia social. Por esta razón, el sacerdote ya no podría acercarse al recién nacido para echarle agua en la cabeza como la tradición y el evento demanda.
Por esta razón y con nuevo protocolo sanitario mediante, un bautismo pudo ser llevado a cabo de manera particular: el sacerdote roció el agua bendita sobre el bebé usando ¡una pistola de agua! La insólita imagen se hizo viral rápidamente en redes.
A días de haberse dado a conocer alrededor del mundo, aún se desconoce el origen de la imagen que ya circula en todo el mundo.