Como si no fuera suficiente una pandemia mundial, el invierno parece haber venido especialmente severo. Además de los problemas en Cushamen, la red eléctrica también se vio afectada por las temperaturas bajísimas y los fuertes vientos. Según fue anunciado, las condiciones climáticas extremas en las zonas cercanas a Sierra Rosada y Sierra Caracol hicieron que se generara un fenómeno llamado «efecto galloping» que hizo que se cayeran 55 torres de alta tensión de la empresa Transpa S.A.
Dicho efecto se produce cuando el exceso de hielo en los conductores y el viento fuerte hacen que las líneas vibren de forma muy amplia, lo que puede generar daños a las estructuras e incluso cortocircuitos. En relación a lo sucedido, Fernando Guerra, director de la empresa de energía indicó estar asombrado. Según dijo, las torres que se cayeron fueron construidas en 1973 y fueron pensadas para soportar condiciones extremas.
Por su parte, el representante de Transpa anunció que ya se está trabajando en la evaluación de los daños y la estimación de los costos y tiempos de reparación. En primera instancia, Guerra estimó que se demorarán unos 20 o 30 días, como mínimo.
En cuanto al suministro eléctrico, trascendió que, a pesar de que se vieron afectadas muchas torres, el consumo domiciliario no se verá afectado.